Por tierra, São Paulo y Río de Janeiro están actualmente conectadas por autobuses, con un tiempo de viaje aproximado de 6 horas por trayecto Los planes de Brasil para un innovador sistema de tren de alta velocidad (TAV) que promete conectar Río de Janeiro y São Paulo en aproximadamente 1 hora y 45 minutos podrían revolucionar el transporte en Sudamérica.
El proyecto, supervisado por la empresa privada TAV Brasil, está diseñado para operar a velocidades de hasta 320 km/h, con capacidad para alcanzar los 350 km/h en ciertos tramos. De completarse, sería el primer servicio de este tipo en el continente. TAV Brasil prevé el inicio de operaciones para 2032, sujeto a la obtención de las licencias y el cierre financiero.
Desde febrero de 2023, TAV Brasil cuenta con una autorización de 99 años otorgada por la Agencia Nacional de Transporte Terrestre (ANTT) para desarrollar y operar el sistema. Este modelo evita la necesidad de una licitación pública, pero exige que la empresa demuestre su viabilidad técnica, económica y ambiental. La ruta propuesta abarca aproximadamente 417 kilómetros, con estaciones terminales en las regiones centrales de Río de Janeiro y São Paulo, y paradas intermedias previstas en Volta Redonda (RJ) y São José dos Campos (SP).
El proyecto contempla trenes de alta velocidad exclusivos que utilizarán electrificación de 25 kV CA y el sistema de señalización ERTMS/ETCS, un estándar global empleado en países como Francia, España y Japón.
TAV Brasil estima que se requiere una inversión total de R$60 mil millones (aproximadamente US$12 mil millones), que cubrirá obras civiles, sistemas de control, estaciones y la adquisición de trenes.
Se prevé que la estructura financiera combine capital privado y financiamiento a largo plazo, y se informa que se están llevando a cabo negociaciones con fondos de inversión internacionales y fabricantes, incluyendo grupos de España, China y fondos árabes. El papel del gobierno se limitará a la coordinación institucional y la concesión de licencias, sin que actualmente se prevea ninguna inversión pública directa.
El proyecto aún se encuentra en la fase de planificación y la construcción aún no ha comenzado. Los estudios obligatorios de viabilidad técnica, económica y ambiental (EVTEA) están programados para finalizar a finales de 2026. Esto precederá a las fases de obtención de licencias ambientales y construcción.
Los expertos sugieren que la reducción del tiempo de viaje en este corredor altamente congestionado podría modificar drásticamente el perfil de transporte, reduciendo la dependencia del transporte aéreo y por carretera. Se espera que el TAV reduzca la congestión aeroportuaria, aumente la previsibilidad de los viajes y, potencialmente, disminuya las emisiones por pasajero.
El avance del proyecto sigue estando sujeto a la obtención de las licencias ambientales definitivas, la resolución de los acuerdos de expropiación de terrenos y la finalización de la importante estructura financiera.