Los meteorólogos anunciaron una alta probabilidad de que el fenómeno climático de La Niña afecte a Uruguay durante la temporada 2025-2026, lo que representará importantes desafíos para el sector agrícola.
La Niña se define por el enfriamiento anómalo de las aguas superficiales del océano Pacífico ecuatorial. Este cambio de temperatura altera los patrones de circulación atmosférica global, lo que suele provocar temperaturas superiores a lo normal y escasas precipitaciones en el cono sur de Sudamérica, incluido Uruguay, durante el verano austral.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), una agencia federal dependiente del Departamento de Comercio, estima una probabilidad del 54% de que se desarrolle La Niña durante el trimestre de diciembre de 2025 a febrero de 2026, según un informe del Centro de Predicciones Climáticas de la entidad.
Se espera que el fenómeno prolongue las condiciones secas existentes, con efectos que durarán hasta abril de 2026. A pesar de las crecientes señales, la NOAA requiere de cuatro a seis semanas consecutivas de anomalías negativas en la temperatura del mar para declarar oficialmente un episodio de La Niña.
Según estimaciones, la combinación de calor superior al promedio y precipitaciones inferiores al promedio comenzaría en la primavera de 2025 y se intensificará durante el verano.
Estas condiciones representan un riesgo significativo para la agricultura, exacerbando la persistente vulnerabilidad a la sequía que Uruguay ha experimentado en los últimos años.
Octubre comenzó con creciente evidencia de la formación del fenómeno de La Niña en el Pacífico Ecuatorial. Las anomalías de la temperatura superficial del mar en el Pacífico centro-oriental se han mantenido en niveles que sugieren el inicio de La Niña por segunda semana consecutiva, según Metsul.
La sequía de La Niña de 2020-2022 fue una de las más fuertes de los últimos 60 años en Argentina, causando la pérdida de cosechas de casi 30 millones de toneladas de soja, maíz y trigo.
Mientras tanto, en Brasil, la sequía del sur contrastará con el norte y el noreste, donde la tendencia es de un aumento de las precipitaciones y posibles inundaciones.
El Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI) estima una probabilidad del 60 % de que La Niña se establezca durante el trimestre de octubre a diciembre.