Grupos de oposición nicaragüenses responsabilizaron al régimen de Daniel Ortega y a su esposa, Rosario Murillo, de la muerte de Mauricio Alonso, quien fue presuntamente secuestrado hace más de un mes, según se informó en Managua este lunes.
El grupo opositor Unión Democrática Renovadora (Unamos) insistió en que Alonso se encontraba desaparecido desde el 18 de julio de 2025 y falleció bajo custodia de la Policía Nacional.
Según su versión, individuos enmascarados secuestraron a Alonso y a su hijo ese mismo día, mientras que su esposa era liberada. Posteriormente, la oficina médica forense contactó a la familia para recoger los restos de Alonso, aunque la causa de la muerte sigue sin determinarse.
La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos emitió un comunicado en X (anteriormente Twitter), expresando su profunda conmoción y condenando lo que describió como la inhumanidad de la dictadura Murillo-Ortega.
El comunicado enfatizó que Alonso había sido un firme defensor de la libertad religiosa y que estuvo injustamente detenido e incomunicado hasta su muerte.
Organizaciones de derechos humanos han instado a la comunidad internacional a tomar medidas decisivas contra el gobierno nicaragüense y a exigir la liberación inmediata de todos los detenidos políticos.
Líderes de la oposición han calificado la muerte de Alonso como un ejemplo más de un disidente pacífico que muere en prisión.