Con la entrada en vigor del nuevo esquema arancelario establecido por el presidente estadounidense Donald Trump este viernes, Uruguay y Argentina se encuentran entre los países menos afectados, con recargos de tan solo el 10%, una marcada diferencia con el 35% de Canadá o el 50% de Brasil, o un recargo predeterminado del 15% a menos que se especifique lo contrario.
El presidente uruguayo Yamandú Orsi consideró que el 10% no era ideal, pero recalcó la importancia de la comunicación constante entre los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Economía en estas situaciones. Esto nos obliga a sentarnos a negociar y dialogar, porque esto es solo el comienzo. Como Mercosur, no podemos decir que fuimos los más afectados, ya que se trata de un arancel del 10%, señaló Orsi.
El ministro de Economía, Gabriel Oddone, destacó que el nuevo escenario podría generar nuevas oportunidades para su país.
Para el presidente argentino, Javier Milei, quien aún busca un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, el 10% fue, en cierto modo, decepcionante. Buenos Aires también había intentado en vano eximir ciertos productos del impuesto, pero Trump se mostró reacio a incluir el acero y el aluminio.
Se anunciaron aranceles del 41% para Siria, del 39% para Suiza, del 30% para Sudáfrica y del 15% para Venezuela, Ecuador, Bolivia, Corea del Sur e Israel, entre otros.
Además, algunos socios comerciales han acordado o están a punto de acordar importantes compromisos comerciales y de seguridad con Estados Unidos, lo que indica su sincera intención de remediar permanentemente las barreras comerciales que contribuyeron a la emergencia nacional declarada en virtud de la Orden Ejecutiva 14257, y de alinearse con Estados Unidos en cuestiones económicas y de seguridad nacional, declaró la Casa Blanca.
Otros socios comerciales, a pesar de haber participado en las negociaciones, han ofrecido términos que, en mi opinión, no abordan suficientemente los desequilibrios en nuestra relación comercial ni se han alineado lo suficiente con Estados Unidos en cuestiones económicas y de seguridad nacional, argumentó Trump.