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Mandataria mexicana considera acciones legales contra SpaceX
El gobierno de Sheinbaum está evaluando las violaciones de las leyes internacionales para abordar la contaminación y el impacto ambiental La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, anunció este miércoles que está considerando emprender acciones legales contra SpaceX debido al daño ambiental causado por los escombros de la explosión de un cohete Starship en Tamaulipas.
“Se está realizando una revisión general para determinar qué leyes internacionales se están violando y, a partir de ahí, iniciaremos un proceso, porque efectivamente hay contaminación”, declaró la mandataria.
El incidente, derivado de un lanzamiento en Boca Chica, Texas, cerca de la frontera con México, dispersó desechos peligrosos, incluyendo microescombros, en las playas de Matamoros, amenazando la fauna local, en particular a las tortugas golfinas en peligro de extinción, que podrían confundir los fragmentos de desechos espaciales con alimento, lo que representa un peligro mortal para estos animales, según se explicó.
Tras el lanzamiento, el cohete se desprendió y explotó al reingresar a la atmósfera terrestre, rompiéndose en cientos de fragmentos que cayeron en el Golfo de México. Algunos de estos escombros, arrastrados por las olas y las corrientes, llegaron a la playa Bagdad en Matamoros, lo que generó preocupación entre grupos ambientalistas y funcionarios locales.
Los materiales recuperados incluyeron trozos de caucho, plástico, silicona, aluminio, tanques de refrigeración y contenedores relacionados con el lanzamiento. Si bien los equipos de limpieza han retirado los objetos más grandes, el principal desafío ahora radica en abordar los microescombros: partículas diminutas esparcidas a lo largo de más de 40 kilómetros de costa.
De concretarse, sería otra disputa entre México y una empresa estadounidense, en este caso SpaceX, propiedad del magnate sudafricano Elon Musk, quien insiste en llevar humanos a Marte.
En mayo, Sheinbaum supuestamente demandó a Google por cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América” en cumplimiento de una orden ejecutiva del presidente estadounidense Donald Trump.
