Su enfoque hacia las Falklands fue totalmente agresivo con una política permanente de acoso y desconocimiento del pueblo de las Falklands. Foto: JUAN MABROMATA/GETTY IMAGES
La sentencia y condena a la cárcel, aunque sea prisión domiciliaria, de las dos veces presidente argentina y figura política de primer orden, Cristina Fernández de Kirchner, no ha pasado desapercibida en el mundo y tampoco en las Islas Falkland, donde el semanario Penguin News le dedicó una mención en la editorial de la última edición
La editorial comienza diciendo que suena irónico que Cristina Fernández termine en prisión domiciliaria justamente en la semana que las Falklands celebra la Semana de la Liberación, los acontecimientos que pusieran fin a los 74 días de ocupación militar argentina de las Islas.
Agrega que para muchos de los nuevos ciudadanos y varias generaciones quizá les llame la atención comentarios específicos sobre una presidente en particular, allende del mar, pero así es por sus políticas decididamente contrarias, cuando no malhadadas, hacia sus enemigos políticos, y particularmente hacia el pueblo de las Islas. Si bien el actual presidente argentino dice “aquellas cosas que suenan bien respecto a la palabra que empieza con M para con su electorado, en verdad sus ojos están puestos en otros asuntos”. Sin embargo con la Sra. Cristina Fernández de Kirchner la situación era completamente distinta.
No es intención presentarla como un monstruo pero si les interesa la figura, se trata en efecto de un personaje intrigante. Muchas de sus políticas en apoyo a su pueblo estaban a grandes trazos alineadas con la “filosofía de las Falklands” hacia los Isleños. Por ejemplo durante su primer mandato presidencial, aumentos de sueldos para los trabajadores, asignaciones sociales (para familias e hijos), aumento de jubilaciones y subsidios por desempleo.
Pero donde fracasó fue en el financiamiento de todos esos beneficios, generando no rajaduras sino más bien enormes grietas en el paquete para hacer posible esas aspiraciones sociales.
Pero su enfoque hacia las Falklands fue totalmente agresivo con una política permanente de acoso. Por ejemplo intentar controlar los vuelos a las Islas, que Aerolíneas reemplace a Lan Chile; restringiendo el acceso por mar a las Islas, intimidando a las empresas pesqueras y hasta cerrar los puertos del Mercosur al comercio con las Islas.
Tan extremista fue la conducta de su política que en determinado momento un grupo de académicos argentinos en carta abierta exigieron el cese de dicha política y enfoque. Entre los firmantes el integrante de la Cámara de Diputados, Fernando Iglesias.
La carta criticaba y condenaba el constante acoso hacia los Isleños y llamaba a la presidente a respetar intereses y opiniones del pueblo de Falklands.
“No puedo ver como un país pueda imponer a 3,000 personas cuyos antecesores han estado ahí en las Islas por 180 años, un gobierno soberano, una ciudadanía que no quieren…” decía la carta
Y si bien parece extraño dejar a un argentino la última cita sobre las Falklands en tiempos tan sospechosos para las Islas, también es satisfactorio resucitar el punto de vista de un respetado periodista y escritor, Pepe Eliaschev quien sostuvo que los argentinos serian hipócritas si negaran al pueblo de las Islas Falkland el derecho a la auto determinación.
Su enfoque hacia las Falklands fue totalmente agresivo con una política permanente de acoso y desconocimiento del pueblo de las Falklands. Foto: JUAN MABROMATA/GETTY IMAGES 
