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Diputado paraguayo procura que la Fuerza Aérea pueda derribar aeronaves amenazantes
El congresista Rubín basó su proyecto en leyes similares ya existentes en Brasil y Colombia El diputado paraguayo Rubén Rubín presentó un proyecto de ley al Parlamento que permite a la Fuerza Aérea derribar cualquier aeronave que represente una amenaza para la seguridad nacional. La propuesta busca ampliar la Ley N.° 6980/2022 sobre protección del espacio aéreo, añadiendo una “Fase III” a los protocolos existentes, lo que permitiría el derribo de aeronaves hostiles como último recurso.
Actualmente, la ley solo permite la interceptación y los disparos de advertencia. La Fase III propuesta requeriría aprobación presidencial y solo se promulgaría cuando una aeronave represente una amenaza inminente y grave, según se explicó. La iniciativa se inspira en leyes similares de Brasil y Colombia.
La propuesta busca dotar a la Fuerza Aérea Paraguaya de las herramientas necesarias para proteger el espacio aéreo y la soberanía nacional, especialmente ante amenazas como el narcotráfico, el tráfico de armas y otras actividades ilícitas transfronterizas.
La ley vigente establece dos fases: “interceptación e identificación visual de la aeronave” y “alertas y disparos disuasorios”; protocolo al que el presente proyecto añade el “derribo de la aeronave como último recurso”.
Sin embargo, la Fase III requeriría la aprobación expresa del Presidente como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, y solo procedería cuando se hayan agotado todas las medidas previas y exista “evidencia razonable” de que la aeronave representa una amenaza inminente y grave.
La idea también contempla la creación de un “Comando Cuádruple de Defensa Aérea y Fronteriza” (CCDAF), integrado por Paraguay, Brasil, Argentina y Bolivia, para coordinar esfuerzos en la vigilancia y protección del espacio aéreo compartido. El proyecto también incluye la implementación de un protocolo de respuesta rápida conocido como “Alerta de Reacción Rápida” (ARQ), que establecería un tiempo máximo de 15 minutos para interceptar amenazas aéreas, reducible a 7 minutos en situaciones críticas.
La Fase III implica el derribo de aeronaves civiles o militares, drones y otros tipos de aeronaves, tripuladas o no, que, tras haber sido interceptadas en las Fases I y II, sigan representando una amenaza inminente y grave para la seguridad nacional, la integridad territorial o la vida de las personas, tanto en el aire como en tierra.
