El Papa Francisco recibió el alta de la Clínica Gemelli de Roma este domingo tras 37 días de hospitalización por una afección respiratoria. Continuará su recuperación en la Residencia Santa Marta, según informaron fuentes vaticanas. Aunque la vida del pontífice de 88 años estuvo en peligro en algunos momentos, nunca fue intubado y permaneció vigil durante todo el proceso, según se explicó.
El Santo Padre nunca fue intubado y siempre se mantuvo alerta y orientado. Será dado de alta, como ya dijimos, en condiciones clínicas estables, con la prescripción de continuar con su terapia parcial y un período de convalecencia y reposo de al menos dos meses, señalaron los médicos tratantes en un comunicado.
También el domingo, el exarzobispo de Buenos Aires apareció en un balcón en silla de ruedas para saludar a unos 3.000 fieles con voz débil y tos persistente. Ingresado el 14 de febrero de 2025 con insuficiencia respiratoria aguda a causa de una infección polimicrobiana, Francisco luchó contra una neumonía grave y problemas renales. Sus médicos utilizaron terapias farmacológicas y oxígeno de alto flujo para facilitar su lenta pero constante recuperación. La neumonía está superada, aunque requiere tratamiento médico continuo, para el cual se le han prescrito al menos dos meses de reposo, durante los cuales no puede realizar sus tareas habituales.
El Pontífice afirmó que su experiencia hospitalaria le enseñó paciencia y reforzó su fe en el amor de Dios. «Esta paciencia confiada, anclada en el amor de Dios, que nunca decae, es verdaderamente necesaria para nuestras vidas, especialmente para poder afrontar las situaciones más difíciles y dolorosas», admitió Francisco.
En su estado actual, una reunión con el rey Carlos III en abril y un posible viaje a Turquía en mayo aún están en duda.
De camino al Vaticano a bordo de su Fiat 500 y exhibiéndose con cánulas nasales de oxigenación de alto flujo, Francisco se detuvo en la Basílica de Santa María Maggiore y dijo: «Sigo vivo». El clérigo nacido en Buenos Aires ha expresado su deseo de ser enterrado allí cuando llegue el momento.
Mientras tanto, Francisco no podrá ejercer sus funciones habituales durante al menos dos meses más, señaló el doctor Sergio Alfieri, quien admitió que la salud del Papa estaba mejorando rápidamente, aunque resta por ver si podrá impartir la bendición Urbi et Orbi (A la Ciudad y al Mundo) en Pascua.