Durante un acto social del G20 el pasado fin de semana, la Primera Dama brasileña, Janja da Silva, maldijo al multimillonario Elon Musk en un arrebato que causó sensación horas antes de la Cumbre de líderes mundiales que comienza este lunes en Río de Janeiro. La esposa del presidente Luiz Inácio Lula da Silva hablaba por micrófono cuando la bocina de un barco cercano la interrumpió: Es Elon Musk, dijo. No te tengo miedo, f**k you, Elon Musk, añadió en inglés.
El magnate de origen sudafricano, que se espera que desempeñe un papel clave en la administración entrante del presidente estadounisense Donald Trump, replicó en las redes sociales que van a perder las próximas elecciones en referencia al Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y su coalición gobernante.
Lula lleva tiempo criticando la plataforma social X (antes conocida como Twitter) de Musk por sus políticas de no censura: No podemos permitir que ninguna plataforma socave la democracia y los derechos de nuestros ciudadanos, subrayó el tres veces jefe de Estado.
El mes pasado, el juez Alexandre De Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, autorizó el restablecimiento de X en el país sudamericano después de haberla bloqueado el 30 de agosto debido a una disputa sobre la libertad de expresión relacionada con la prohibición del magistrado a determinadas cuentas que difundían lo que se consideró desinformación y noticias falsas, que la red incumplió inicialmente.
Musk, que fue fuertemente multado por su actitud desafiante, calificó a De Moraes de autoritario y censor. Lula subrayó que era inadmisible que cualquier empresa que quisiera operar en el país se sintiera con derecho a hacer caso omiso de una orden judicial.
En este escenario, la primera dama de Brasil defendió la necesidad de regular las redes sociales durante un improvisado panel sobre desinformación.
Después de que ella apuntara a Musk, el expresidente Jair Bolsonaro escribió en X que ya tenemos otro problema diplomático por delante, dada la futura condición del empresario como funcionario a cargo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Si Brasil sufre sanciones por parte de Estados Unidos por esas declaraciones irresponsables y absolutamente gratuitas, ¿qué va a pasar? Está insultando a un ministro de Estado de Estados Unidos, ¿qué pasa con la promoción de la incitación al odio?, se preguntó asimismo el abogado de Bolsonaro Fabio Wajngarten.