El Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central de Brasil (BCB) acordó este miércoles subir la tasa básica de interés Selic por primera vez en más de dos años, informó la Agencia Brasil. El ajuste del 0,25%, hasta el 10,75% anual, busca frenar la inflación en medio del reciente aumento del tipo de cambio entre el real y el dólar estadounidense. La medida había sido anticipada por los mercados financieros.
El último aumento se produjo en agosto de 2022, cuando la tasa pasó del 13,25% al 13,75% anual. Después de un año en ese nivel, tuvo seis recortes de 0,5 puntos y uno de 0,25 puntos, entre agosto del año pasado y mayo de este año. En las reuniones celebradas en junio y julio, el Copom decidió mantener el tipo en el 10,5% anual.
En un comunicado de prensa publicado este miércoles, el Copom argumentó que los elevados tipos de interés se debían a la resistencia de la actividad económica, las presiones en el mercado laboral, la brecha de producción positiva (la economía avanza hacia un consumo superior a la capacidad de producción), las elevadas estimaciones de inflación y las menores expectativas de inflación. Sin embargo, el documento es impreciso sobre la intensidad y duración del ciclo de tipos de interés altos.
«El ritmo de los futuros ajustes de la tasa de interés y la magnitud total del ciclo ahora iniciado estarán determinados por el firme compromiso de convergencia de la inflación a la meta y dependerán de la evolución de la dinámica de la inflación, especialmente de los componentes más sensibles a la actividad económica y a la política monetaria, de las proyecciones de inflación, de las expectativas de inflación, del hiato de producción y del balance de riesgos», señaló el Copom.
La tasa Selic es el principal instrumento del Banco Central para mantener bajo control la inflación oficial, medida por el Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio (IPCA), que en agosto, considerado la inflación oficial, fue del -0,02%. Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la caída de los precios de la energía empujó el índice a la baja, pero el alivio es temporal.
Las tarifas eléctricas subirán a partir de septiembre, mientras que la prolongada sequía repercutirá en los precios de los alimentos. La semana pasada, el Ministro de Hacienda, Fernando Haddad, argumentó que el shock alimentario no debía resolverse con tipos de interés. Situado en el 4,24% interanual, se acerca cada vez más al techo fijado para este año. Para 2024, el Consejo Monetario Nacional (CMN) ha fijado un objetivo de inflación del 3%, con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales. Según el boletín semanal Focus del BCB, se espera que la inflación cierre el año en el 4,35%.
El Copom prevé que el IPCA alcance el 4,3% en 2024, el 3,7% en 2025 y el 3,5% en el acumulado de 12 meses al final del primer trimestre de 2026.
El aumento de la tasa Selic ayuda a contener la inflación porque unos tipos de interés más altos encarecen el crédito y desincentivan la producción y el consumo. Por otro lado, unos tipos más altos dificultan el crecimiento económico.