El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil respaldó por unanimidad la decisión del relator del caso, Alexandre De Moraes, de suspender X del mayor país de Sudamérica. Los cinco miembros de la Primera Sala del STF votaron de forma virtual y concurrente para confirmar la decisión de De Moraes de cerrar la red social X en todo el territorio.
En su voto, el magistrado Flávio Dino coincidió en que era necesario defender la soberanía de Brasil. Subrayó que el poder económico y el tamaño de [su] cuenta bancaria [del propietario de X, Elon Musk,] no dan lugar a una extraña inmunidad de jurisdicción.
El marco regulatorio de nuestra nación excluye cualquier imposición extranjera, y son los tribunales de Brasil, con el STF como órgano vértice, los que fijan la interpretación de las leyes aquí vigentes, dijo también Dino.
Entiendo que las medidas ordenadas en estos expedientes tienen como objetivo satisfacer las decisiones emitidas por el Supremo Tribunal Federal, sistemáticamente incumplidas por la empresa, y, en consecuencia, la preservación de la propia dignidad de la Justicia, explicó el exdefensor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Cristiano Zanin.
El incumplimiento reiterado de las decisiones del STF es extremadamente grave para cualquier ciudadano o persona jurídica pública o privada. Nadie puede pretender ejercer sus actividades en Brasil sin observar las leyes y la Constitución, señaló también.
Según la magistrada Cármen Lúcia, Brasil no es un lugar de ideologías sin ideas de justicia, donde los intereses privados pueden prosperar envueltos en el papel crepé de brillantes pantallas sin compromiso con la Ley, sino una sociedad de más de 200 millones de habitantes que desean civilización y civismo, libertad y responsabilidad, seguridad personal y jurídica.
No es con bravuconadas como se construye el Estado democrático de Derecho, sino con leyes que se respetan para la liberación de los pueblos y las naciones, añadió.
Aunque votó en el mismo sentido, el juez Luiz Fux señaló que tenía algunos puntos en disidencia. En su opinión, la decisión del STF no debería afectar indiscriminadamente a personas o empresas no implicadas en manifestaciones prohibidas por el orden constitucional, como expresiones reveladoras de racismo, fascismo, nazismo, obstrucción a investigaciones criminales o incitación a crímenes en general. Sin embargo, recordó que X había sido suspendida por incumplir decisiones judiciales.
En respuesta, Musk, que en un principio había apuntado sólo a De Moraes, extendió ahora su diatriba a todo el país. Espero que a Lula le guste volar en aviones comerciales, escribió Musk en X en relación a la incautación este lunes por parte de autoridades estadounidenses del avión presidencial del gobernante venezolano Nicolás Maduro en República Dominicana para hacer cumplir las sanciones de Washington contra Caracas.
A menos que el Gobierno brasileño devuelva los activos ilegalmente confiscados de X y SpaceX, buscaremos la confiscación recíproca de los activos del Gobierno también, subrayó Musk ante la imposición por parte de De Moraes de una serie de multas contra X y el bloqueo de las cuentas de SpaceX para cobrarlas. El magnate ya había precisado que él no era el único propietario de la empresa matriz de Starlink y que, por tanto, la decisión del malvado dictador con toga de juez afectaba a los activos de otros accionistas no relacionados en modo alguno con la plataforma de medios sociales.
El magnate de origen sudafricano reiteró su opinión de que De Moraes merece ir a la cárcel por sus crímenes, al tiempo que se hizo eco de la publicación del influyente derechista brasileño Mario Nawfal de que la gente se agolparía en la Avenida Paulista de la ciudad de Sao Paulo durante las celebraciones del Día de la Independencia, el 7 de septiembre, para pedir la destitución del magistrado.
Según Brasil de Fato, X debe ahora apelar la decisión del STF del lunes, probablemente sobre la base de que la prohibición de X afecta a la libertad de expresión y es desproporcionada, dado que una decisión dirigida a siete partidarios del ex presidente Jair Bolsonaro terminó afectando a los 22 millones de usuarios de la plataforma en todo el país.