El pasado trece de agosto culminó el período para que las partes interesadas eleven sus opiniones, propuestas, consultas, referidas a la Declaración de Impacto Medioambiental, EIS, presentada por la petrolera de origen israelí/norteamericana Navitas Petroleum que tiene programado perforar más de veinte pozos en el yacimiento de Sea Lion, en aguas al norte de las Islas Falkland con vistas a extracción de crudo.
El EIS contó con informes de Desarrollo en torno a Sea Lion, Fase 1 y Fase 2, que se hicieron públicos y distribuyeron entre los interesados, y al 13 de este mes, se habían presentado 25 respuestas por parte de individuos, de empresas y otras organizaciones junto a presentaciones efectuadas por los propios Departamentos del gobierno de las Islas.
Las 25 respuestas han sido compartidas con la propia petrolera que tiene 28 días a partir del 13 de agosto, para realizar una revisión de las mismas y elevarlas al Consejo Ejecutivo de las Islas, tras lo cual también se harán públicas.
En medio del ambiente de entusiasmo que el lanzamiento de la industria del petróleo ha generado entre muchos en las Islas, también al igual que en el resto del mundo hay voces que no concuerdan en su totalidad, particularmente en lo referido a algunos aspectos técnicos, medioambientales y sociales. Entre ellas se cuentan un informe de Falklands Conservation, una organización científica sin fines de lucro que se especializa en la defensa y conservación del medio ambiente, y otras observaciones de carácter social y económico, por parte de la Secretaria del Sindicato de Empleados de las Falklands, Emma Brook.
En el primer caso el expositor es Andy Stanworth, Gerente de Conservación de Falklands Conservation quien sostuvo que como organización no podemos apoyar la propuesta de EIS, algo que no debe sorprender a nadie: somos una organización medioambiental con una visión de un medio ambiente que funciona bien, con varias décadas de investigación que demuestran que las emisiones son las generadoras del cambio climático que padecemos globalmente. El cambio climático es uno de los elementos más significativos, cuando no el más significativo de tener impactos sobre la vida silvestre, el medio ambiente y la humanidad en general
Las agencias internacionales nos dicen que si queremos permanecer dentro de los límites de la vida silvestre y la humanidad, no debemos extraer más petróleo del suelo, y si queremos una transición energética exitosa, debemos enfocarlo desde el punto de vista del suministro, en lugar de la demanda. Y nos hemos posicionados en ese punto para ser parte del debate de forma tal que las decisiones se puedan tomar a plena vista de las potenciales consecuencias, pero reitero no somos quienes tomamos las decisiones.
Esa por tanto es nuestra posición en cuanto a la Propuesta, pero quiero separar eso de nuestros comentarios, comentarios medioambientales pues han sido realizados no importa nuestra posición, referidos a impactos medioambientales en toda una gama de aspectos. Hacemos una evaluación en cuanto a si pensamos es apropiado tomar una decisión sobre la propuesta, con lo que contiene, y obviamente está basada en la escala y significado de la propuesta, la cual en este caso es una propuesta muy amplia y significativa con altos riesgos. En lo que hemos visto no hay propósito, no se siguen las mejores prácticas o principios, y además hay varios recortes de esquina que resultan en innecesarios impactos sobe el medio ambiente de las Falklands.
Algunos de los temas claves que hemos dicho no se ajustan al propósito son ante todo dos, y muy están fuera de foco y tiempo. Para empezar el referido a los datos sobre las aves marinas, según nuestro punto de vista no hay impacto alguno de evaluación de esos impactos. Los datos existentes son de hace veinte años, ni tampoco son los apropiados, pues no fueron recolectados con ese propósito y no cubren importantes áreas de riesgos, y por tanto nos preocupa a quien se le ocurre utilizar información de hace veinte años para tomar decisiones claves.
El otro tema es que no hay compromiso para contener/compensar las emisiones que obviamente serán significativas para el desarrollo del yacimiento y nuevamente es muy preocupante y contrario a una buena práctica, y nos gustaría ver, compartir, comentarios referidos a esas compensaciones en el EIS.
Digamos como dato adicional que la respuesta escrita y documentada a la consulta pública de EIS, por parte de Falklands Conservation es voluminosa, y que para realizar el EIS, Navitas solicitó y contrató la colaboración del otro centro de estudios científicos medioambientales de las Falklands, SAERI, no necesariamente competitivos.
En cuanto a los impactos Sociales y Económicos del desarrollo petrolero en las Islas el tema fue abordado por Emma Brook, secretaria del sindicato de e Empleados de las Falklands, quien alega que ya han empezado a verse algunas de esas consecuencias, y que aguarda sean debidamente abordados. Como en cualquier escenario global en que una fuerte inversión traerá consecuencias a la localidad y comunidad, Ms Brook se refiere al de la vivienda y de los arrendamientos.
Al respecto Ms Brook afirma que hay propietarios que están reteniendo sus inmuebles en anticipación de la llegada de los elevados arrendamientos que la presencia de bien pagos petroleros significará para el mercado local de viviendas, el cual ya es de por sí deficitario. Igualmente se puede afirmar con la adquisición de predios y viviendas que han visto sus valores acrecentarse.
Desafortunadamente carecemos de una entidad independiente que vele para que los valores de viviendas y arrendamiento sigan al alcance de los residentes. Parecería que los legisladores electos han quitado prioridad al tema temerosos de no ofender a inversores y el progreso general de las Islas. Pero como resultado de ello no debe extrañarnos si parejas jóvenes eligen abandonar las Islas por falta de acceso razonable a la vivienda
Igualmente en cuanto a los lotes de terrenos con servicios, ”el gobierno de las Islas debería establecer un registro donde se puedan anotar las parejas jóvenes y a precios fijos, sin especulaciones. Con la llegada de la industria petrolera se estima la necesidad de unas cuarenta viviendas para alojarlos, además de sus familias, lo cual significará otras 160 personas en la comunidad extremando los servicios de salud pública y de educación. (Stanley la capital tiene una población de unas 3,100 personas)
De todos modos Ms Brooks afirma que las Falklands tienen una larga tradición en lograr que las cosas salgan bien, pero es fundamental que la industria petrolera brinde prioridad a la población local por encima de beneficios financieros a corto plazo. Esperamos que la industria petrolera contribuya con algunas de las ganancias en ayudar a la provisión de viviendas asequibles para la gente joven y cumpliendo con normas medioambientales. De esta forma los beneficios del desarrollo pueden distribuirse más equitativamente en lugar de concentrarse en los grandes terratenientes.