El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, afirmó este lunes que las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) son caballos de Troya utilizados por Washington para desestabilizar a su país.
Es a través de algunas fachadas que llaman ONG, organizaciones que dependen enteramente de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos y el Departamento de Estado, que financian todas las acciones de desestabilización y violencia contra el pueblo de Venezuela, argumentó Rodríguez luego de que subsecretario de Estado norteamericano Brian Nichols describiera las medidas adoptadas por Caracas el 15 de agosto para regular a las ONG como un ataque directo a la sociedad y la libertad de asociación.
La iniciativa establece una serie de requisitos que deben cumplir las ONG y otras entidades sin fines de lucro para operar en el país sudamericano. Su incumplimiento conlleva sanciones y puede dar lugar a su disolución.
La administración sandinista de Nicaragua lleva ya tiempo atacando a estas entidades. El lunes, unas 1.500 ONG fueron cerradas en un día y sus activos transferidos al Estado. El gobierno apuntó principalmente a grupos católicos y evangélicos considerados hostiles al presidente Daniel Ortega. El Ministerio del Interior afirmó que estas organizaciones no habían presentado sus estados financieros por períodos entre 01 y 35 años.
La lista de entidades cuya personería jurídica y registro fueron cancelados también incluía sociedades o fundaciones benéficas, deportivas, de pequeñas empresas, rurales y de jubilados, así como clubes rotarios y de ajedrez. Además, también se cerraron organizaciones indígenas y de excombatientes de la guerra civil entre los sandinistas de Ortega y los Contras en los años 1980.
Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, endurecieron las leyes contra las ONG tras las protestas de 2018, que en tres meses dejaron más de 300 muertos. El gobernante de 78 años sostiene que las ONG y especialmente la Iglesia católica apoyaron esas protestas, que considera un intento de golpe de Estado patrocinado por Washington.
Con las nuevas 1.500 ONG, el número de organizaciones disueltas después de 2018 asciende a más de 5.200. Según la nueva legislación, las ONG deben formar una asociación con el Estado para llevar a cabo sus actividades. El régimen sandinista anunció esta medida tres días atrás.
A partir de hoy las ONG que operan en Nicaragua se regirán por un nuevo modelo operativo que hemos caracterizado como 'alianzas asociativas', explicó Murillo el viernes pasado.
Los sandinistas también argumentaron que ilegalizar a estas ONG era parte de un proceso de ordenamiento porque no todas las 7.227 registradas en Nicaragua para 2018 seguían activas.
La crisis de Nicaragua se profundizó después de las elecciones de noviembre de 2021 en las que Ortega obtuvo un quinto mandato con todos los líderes de la oposición en la cárcel o el exilio. Algunos de ellos fueron posteriormente expulsados del país y despojados de su nacionalidad tras ser acusados de traición a la patria.