El senador uruguayo ultraconservador Guillermo Doménech, de Cabildo Abierto, fue noticia esta semana en Montevideo después de decir en una entrevista radial que no existen las mujeres trans. El parlamentario describió a cualquiera en esa condición como un hombre que se viste de mujer.
No sé si el ano de un hombre está listo para ser penetrado, señaló también durante su aparición en el programa Fácil Desviarse de FM Del Sol. El ano de un hombre no está preparado para ser penetrado, añadió el senador conocido por defender sus puntos de vista con basamento en su creencia en Dios.
Domenech, quien se ha pronunciado abiertamente contra la homosexualidad y los derechos LGBT, señaló además que en Uruguay, desde el punto de vista jurídico, no hay diferencias entre hombres y mujeres desde 1946, aunque esas variaciones perduraron a nivel social.
Respecto a los temas de género muy en boga actualmente, Doménech subrayó que existe una distinción entre hombres y mujeres que consideró muy negativa pero se negó a profundizar en prácticas de personas que considera legítimas pero que a su juicio son equivocadas.
Pero de ahí a generar un enfrentamiento entre hombres y mujeres hay un trecho muy grande. Y no estoy de acuerdo, explicó.
Domenech también señaló que hay que evitar a los niños toda la confusión sobre los roles sexuales porque necesitan madurar su conciencia sexual; la psicología siempre lo ha dicho. El legislador también subrayó que los niños no tienen conciencia de su sexo a los cinco, seis o siete años.
Hizo estas declaraciones en respuesta a múltiples quejas de los padres que consideran incómodo que se recomiende a los niños asistir a la escuela vestidos de niñas o viceversa. Nacemos hombre y mujer, insistió.
También destacó que no hay grises aunque haya conductas que no se ajustan al patrón. Pero no tengo que promover esas cosas cuando el niño tiene cinco, seis o siete años; tengo que dejar que el niño madure, continuó.
Uno es hombre o mujer. Puedo pensar que soy mujer o puedo pensar que soy Batman. Lo que es, es; lo que no es, no es. Lo que pasa es que partimos de principios lógicos diferentes, sostuvo. Para mí no existe una mujer trans. Es un hombre que se viste de mujer. Si dentro de 5.000 años le hacen una autopsia o le hacen un estudio genético, resultará que es hombre o mujer. Una cosa es el comportamiento que tengo y otra cosa es lo que soy. Ahora, puedo imaginar mil cosas diferentes: puedo creer que soy Einstein. ¿Por qué tengo que llamar mujer a alguien que se disfraza de mujer?
Cuando los entrevistadores le sugirieron que debería hacerlo por cortesía, respondió: Quizás tenga que tratarlo porque esa persona tiene un problema psiquiátrico.
Los homosexuales son homosexuales y ya está; es su problema, señaló también Doménech. Es una conducta personal con la que disiento y está condenada desde Levítico hasta Romanos I. Los que tenemos una formación cristiana podemos decir que es un comportamiento incorrecto. Esto no quiere decir que no respetemos a la persona porque incluso los mandamientos exigen amar al prójimo como a uno mismo, añadió.