Después de dejar al menos tres muertos en Jamaica, Beryl tocó tierra el viernes en la costa mexicana como un huracán categoría 2 en la escala Saffir-Simpson. Posteriormente se degradó a tormenta tropical, aunque continuó representando un riesgo grave con fuertes tormentas y olas dañinas, advirtieron las autoridades a los residentes. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de México, los vientos alcanzaron los 175 km/h con picos de 220 km/h. Las clases fueron suspendidas desde el jueves.
Un boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos dijo que los vientos alcanzaron velocidades de 70 mph a 60 millas al este-sureste de Progreso, México, y a 650 millas de Brownsville, Texas, mientras Beryl seguía avanzando hacia el oeste-noroeste a 15 mph sobre el Caribe.
El paso de Beryl por el Caribe ya ha dejado al menos 10 muertos, incluidas víctimas en Granada, Venezuela y San Vicente y las Granadinas.
Beryl, el primer huracán de la temporada atlántica de este año, se formó el 28 de junio después de que la tormenta tropical Alberto tocara tierra en el noreste de México el 20 de junio. Además, la tormenta tropical de corta duración Chris también azotó las costas mexicanas el 30 de junio.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA) ha pronosticado entre 17 y 25 tormentas con nombre cuando una temporada media se compone de 14. También se esperan al menos 7 huracanes.
Beryl fue el sistema de huracanes de categoría 4 más tempranero registrado en la historia e incluso alcanzó la categoría máxima 5 en su paso por el Mar Caribe antes de disminuir a su estado actual en el Golfo de México, en la frontera con Texas.
El fenómeno era un huracán clase 2 cuando azotó una zona al norte del municipio de Tulum, en el estado mexicano de Quintana Roo. Un patrón de trayectoria proyectado mostró que la costa de Texas era la siguiente. Se esperaba que Beryl recuperara fuerzas para entonces.
Según meteorólogos mexicanos, se esperan lluvias torrenciales de 150 a 250 mm en las regiones de Campeche, Quintana Roo y Yucatán, y fuertes (de 75 a 150 mm) en Chiapas y Tabasco.
Sólo en el estado sureño de Quintana Roo, se desplegaron unos 13.000 soldados, 2.000 vehículos y ocho helicópteros como parte de las labores de socorro.