MercoPress. South Atlantic News Agency
Cifras interanuales muestran realidades opuestas en Brasil y Argentina
En Argentina, el consumo se contrajo un 3,8% interanual, mientras que en Brasil creció un 1,2% Informes publicados este jueves mostraron realidades contrastantes entre los dos países más grandes de Sudamérica. Mientras que el consumo creció un 1,2% interanual en enero, según la Asociación Brasileña de Supermercados (Abras), la situación fue totalmente opuesta en Argentina debido a una inflación galopante que superó las actualizaciones salariales.
Según Abras, el consumo en los hogares brasileños aumentó un 1,2% en enero en comparación con el mismo mes de 2023. Sin embargo, hubo una caída del 22% respecto a las cifras de diciembre. “Tradicionalmente, el consumo retrocede a principios de año debido al pago de impuestos y a los gastos de educación. Como en años anteriores, tiende a ser mayor al final del trimestre, con menores compromisos de renta y la llegada de la Semana Santa”, afirmó el vicepresidente de Abras, Marcio Milan, citado por la Agencia Brasil. Según Abras, 2024 debe cerrar con un aumento del 2,5%.
La canasta de productos Abras, con 35 ítems de gran consumo, costó 2,9% menos que en enero de 2023, pero subió 1,4% en relación al mes anterior.
En Argentina, el consumo masivo se contrajo un 3,8% interanual en enero. Sin embargo, los autoservicios registraron una variación positiva del 0,5% tras 18 meses de caída, según un informe de la consultora Scentia.
Los supermercados, que durante más de dos años mostraron indicadores positivos, sufrieron una caída en sus ventas superior al 8%, mostró también el estudio.
Tras crecer un 1,4% interanual en diciembre, el gran consumo inició una tendencia a la baja en enero.
“Es importante tener en cuenta que las bases de comparación son parte de la explicación de esta situación, dado que los Autoservicios comparan con -9,1% de enero 2023 y los Supermercados con +7,8%. Sin embargo, hay otros componentes que se suman a esta nueva etapa, por ejemplo, los fuertes cambios en los precios y la pérdida de poder adquisitivo”, señaló el documento.
El consumo de alimentos cayó un 2,6%; el de desayunos y meriendas, un 4,5%; el de alimentos perecederos y fríos, un 0,5%; el de limpieza del hogar y lavandería, un 6,6%; el de higiene y cosmética, un 7,2%; el de bebidas alcohólicas, un 11,3%; y el de bebidas no alcohólicas, un 2,4%.
