Meses de verano, mucho calor y tiempo de vacaciones, y el semanario de las Islas Falkland, Penguin News está resucitando algunas noticias del pasado pero de especial interés,
Por ejemplo el primer anuncio del sistema de becas escolares del gobierno de las Islas fue con el British School de Montevideo, en setiembre de 1941, y así quedó registrado en el entonces Semanario de las Falklands y en el Boletín de la Iglesia.
El sistema entró a ejecutarse en 1943 y las becas se otorgaban tanto a niñas como varones y tenían una duración de tres años. A los aspirantes se les exigía un examen oral y escrito a lo cual acompañaba el registro del desempeñó escolar en las Islas. El alojamiento en Montevideo corría por cuenta del Directorio de Educación y además se incluía un viaje a la Islas en cada receso estival.
Lo que se pretendía era brindar a aquellos niños con los necesarias calificaciones una buena educación secundaria con la posibilidad de cierta inclinación hacia actividades comerciales de tal forma que al finalizar su formación estuvieran capacitados para enfocar una carrera en el comercio o en ciertos casos, servicios de gobierno al igual que la adquisición de un sólido conocimiento del idioma español.
Otra, en 1843 se reconocieron prácticas odontológicas modernas' para los residentes de las Islas. Un dentista visitante de Estados Unido, G. Foster D.D.S. ya promocionaba dientes artificiales fueran en oro, caucho, plata, aluminio o en otras opciones. Las caries a su vez se ofrecía obturarlas en oro, aluminio, plata, amalgamas, huesos y hasta una pasta especial .
Según la Magazine de las Falkland Islands de 1843 el odontólogo ponía los avisos en anticipación de su visita, Quiero llamar la atención al público de mi sistema de insertar dientes en boca sin dolor. Son permanentes, no pueden ser removidos y no ocupan más lugar que la pieza original. Para que no haya males entendidos desde ya anuncio que mis honorarios para dientes en oro u otro material será de £5 (unas £157 en la actualidad) por diente. (Según los Archivos Nacionales Jane Cameron).
Agreguemos que en las décadas del sesenta y setenta previo a la invasión y ocupación argentina de 1982, quienes depredaban los recursos de pesca en torno a las Falklands eran ante todo las flotas soviética y búlgara, las cuales a menudo recalaban en las islas menores del archipiélago. Lo hacían por agua fresca, huevos y carne ovina, a cambio de servicios odontológicos y médicos. La flota soviética con sus buques madre procesadores de las cargas de los pesqueros, involucraban a cientos de personas, incluyendo mujeres. Según los cuentos de época muy disciplinados, y generalmente solo descendían los oficiales, profesionales, y también canjeaban vodka ruso por elixires escoceses. Los servicios médicos, odontológicos y veterinarios eran de muy alto nivel, según los productores rurales de las Islas de aquella época.
Finalmente la odisea de los pingüinos. Hoy en día los protegemos, nos mantenemos alejados de sus lugares de anide, castigamos a quienes los maltraten, persigan y hasta se puede ser el auspiciante de uno o varios en particular para asegurarles un buen pasar ya sea en zoológico, acuario y hasta en libertad. Pero unos 190 años atrás las cosas eran diametralmente opuestas. Cuando lo británicos las ocuparon definitivamente en 1833, emitían bandos especialmente a los loberos norteamericanos quienes decimaban las poblaciones de lobos marinos y de pingüinos, tras la búsqueda de aceite y pieles, en los distintos roquedales del archipiélago. Pero eran llamados a la prudencia prácticamente sin eco.
Los enojados loberos apelaron infructuosamente ante el Almirante del escuadrón de América del Sur y la Marina Real envió al Comandante Grey en el Rapid para hacerse cargo de la situación.
Los loberos empero normalmente habitaban por años en New Island al extremo oeste de la Islas, hasta tanto no terminaran de cargar sus naves. Para 1840 los precios internacionales se había derrumbado y ya no era negocio partir sin una carga completa. La primera licencia para la caza de lobos marinos la extendió George Melville en 1840 y el permiso para operar en Volunteer Rocks se otorgó en condición que se dejara descasar la concentración de lobos y pingüinos alternadamente, un año si, un año no, para darle tiempo a lobos y pingüinos a recuperar números.
El acuerdo aparentemente estaba funcionando bien, y el entonces gobernador de las Islas, Clement Moody, en 1942 informó que las pingüineras que prácticamente habían sido aniquiladas bajo Melville, después de un año y con algo de aire para desarrollarse comenzaban a recuperarse. Melville empero debía mantener una vigilancia permanente con buen patrullaje pues los balleneros norteamericanos aguardaban costa afuera para que sus lanchas que sí habían ido a tierra volvieran con la codiciada caza de lobos marinos y pingüinos.
En mayor de 1853, el gobierno del Reino Unido a solicitud del gobernador de las Falklands, Rennie, envió una nota de protestas al gobierno de EE.UU., explicando que las depredaciones obligaban a enviar una fuerza a las Falklands para terminar con dicha práctica aniquiladora. El Secretario de Estado Marcy respondió que se se había emitido una nota de advertencia a los capitanes afirmando que si persistían con esas prácticas incurrirían en multas y sanciones, (FI Journal S Miller)