Las autoridades de República Dominicana cerraron todas las fronteras terrestres, aéreas y marítimas con Haití por una disputa derivada de la construcción de un canal en territorio haitiano que afecta al caudal de agua de un río compartido por ambos países.
Además de todos los vuelos cancelados, las ciudades fronterizas, habitualmente llenas de vendedores, estaban más que tranquilas, excepto por decenas de haitianos que cruzan a diario para trabajar en la República Dominicana y que se pararon para observar el desarrollo de los acontecimientos mientras izaban una bandera blanca debajo de una bandera haitiana.
La medida se produce cuando la República Dominicana ya estaba construyendo un muro para detener a los inmigrantes ilegales que tratan de huir de Haití, país devastado por la violencia. Decenas de miles de haitianos también han sido deportados en los últimos meses.
El Presidente dominicano, Luis Abinader, dijo que este cierre se mantendría en vigor el tiempo que sea necesario, mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Santo Domingo insistió en que el proyecto del canal viola un tratado de 1929 y debe detenerse inmediatamente antes de proseguir cualquier diálogo.
Abinader ordenó a su gobierno comprar todos los productos perecederos que normalmente se exportan a Haití, incluyendo pollo, cebollas, frijoles y berenjenas para ser utilizados en programas gubernamentales que ofrecen comidas gratuitas a personas necesitadas.
Los productores pueden estar conscientes de que el gobierno los apoyará en esta situación porque la medida tomada por el presidente representa un asunto de seguridad y defensa de la soberanía nacional, dijo Abinader.
El gobierno de Haití emitió un comunicado en el que afirmaba que la medida unilateral de Abinader de cerrar la frontera había socavado los recientes esfuerzos diplomáticos para resolver la disputa. El gobierno de la República de Haití tomará todas las medidas legales para proteger los intereses del pueblo haitiano.
La crisis comenzó este mes cuando trabajadores de Haití reanudaron la construcción de un canal cerca del río Masacre para aliviar la sequía que afecta a la llanura de Maribaroux.
Abinader también envió tropas a la frontera para hacer cumplir el cierre, al tiempo que tachó el canal de disparate, diciendo que era una construcción totalmente inadecuada sin ningún tipo de ingeniería y una provocación que este gobierno no va a aceptar”.
El mandatario también dijo que el canal afectaría negativamente a los agricultores dominicanos y al medio ambiente, mientras que el gobierno haitiano insiste en que la construcción del canal se ajusta a su derecho soberano a decidir cómo utilizar sus recursos naturales.
La embajada de EEUU en Santo Domingo advirtió que no se prestaría asistencia diplomática a los estadounidenses que intentaran ingresar en la República Dominicana desde Haití.