En el primer cuatrimestre de 2023, 17,5 mil violaciones sexuales contra niños o adolescentes fueron registradas por la línea de emergencia 100, un aumento interanual del 70%, según datos del Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía de Brasil divulgados por la Agencia Brasil.
Señales sutiles como agresividad, falta de apetito y aislamiento social pueden denunciar que algo malo está ocurriendo en la vida de un niño o adolescente. Así lo afirma la educadora y directora de una escuela de Brasilia Carol Cianni. El abuso sexual es una de las causas de este comportamiento y el crecimiento de este tipo de crimen en Brasil es aterrador.
En los primeros cuatro meses de 2023, se registraron un total de 69,3 mil denuncias y 397 mil violaciones de derechos humanos contra niños y adolescentes, de las cuales 9,5 mil denuncias y 17,5 mil violaciones involucran violencia sexual física - abuso, violación y explotación sexual - y psicológica, mostraron los datos del ministerio.
El domicilio de la víctima, del sospechoso o de sus familiares está entre los peores escenarios, con casi 14 mil violaciones. También en los cuatro primeros meses del año se registraron 763 denuncias y 1,4 mil violaciones sexuales ocurridas en Internet. En todo el ambiente virtual, hubo registros de explotación sexual, con 316 denuncias y 319 violaciones; violación, con 375 denuncias y 378 violaciones; abuso sexual físico, con 73 denuncias y 74 violaciones; y violencia sexual psicológica, con 480 denuncias y 631 violaciones.
Los datos fueron consolidados por el Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía (MDHC) en ocasión del Día Nacional de Enfrentamiento al Abuso y Explotación Sexual de Niños y Adolescentes, recordado el jueves.
Cianni destaca que la familia y la escuela desempeñan un papel fundamental en la prevención. Para ella, llevar el tema al aula de forma ligera y asertiva, explicando que el cuerpo es algo íntimo y sagrado, ayuda a los alumnos a comprender. También dice que la escuela tiene que estar atenta a cualquier cambio en el comportamiento de los alumnos para intervenir rápidamente.
En la escuela, los profesores lo observan todo: cómo juega el niño, cómo come, cómo se tumba para relajarse a la hora del descanso y cómo se relaciona con sus compañeros. Así que observamos de cerca cada detalle del comportamiento del niño para poder ayudarle. Esto se debe a que los gritos de ayuda de los pequeños llegan de formas muy sutiles, explica.
La psicóloga Caroline Brilhante afirma que la mayoría de los abusos contra niños y adolescentes son cometidos por personas cercanas a la víctima y en ambientes conocidos por la familia. Por eso, es importante estar siempre alerta.
Destaca que vigilar y restringir el acceso a Internet puede evitar que los niños se vean expuestos a situaciones de riesgo.
Una de las formas de prevenirlo es restringir el tiempo de pantalla [de internet] del niño e incluso del adolescente. Implantar filtros en el acceso a contenidos que estén fuera de la franja de edad. Prestar atención al comportamiento del niño o joven sobre el sexo, porque un interés repentino por el tema puede indicar un problema, señala.
(Fuente: Agencia Brasil)