El enviado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos y el Medio Ambiente, David Boyd, advirtió que Chile enfrenta una crisis ambiental aterradora e interconectada que vulnera los derechos de millones de personas en el complejo industrial conocido como el Chernobyl chileno.
”Olí los gases tóxicos de la industria en (el complejo industrial) Ventanas y los sentí en la garganta. Escuché el testimonio de madres, con lágrimas en los ojos, que tenían miedo de enviar a sus hijos a la escuela, dijo Boyd.
El representante de la ONU hizo una descripción del complejo industrial de Ventanas, situado en la costa central chilena, en las localidades de Puchuncaví y Quinteros, donde se encuentran más de 15 instalaciones industriales, incluidas refinerías de petróleo, plantas petroquímicas, centrales de carbón, terminales de gas y fundiciones de cobre.
Según Boyd, los habitantes de la zona sufren enfermedades respiratorias y cardiovasculares, y hay altos niveles de mortalidad infantil, niveles inaceptables de riesgo de cáncer en los niños y una menor esperanza de vida.
Boyd también denunció la escasez de agua que sufren muchos habitantes de zonas rurales y la mortal contaminación atmosférica que afecta principalmente a la capital del país, Santiago.
Mis conversaciones con más de 100 personas preocupadas de todas las regiones de Chile y de todos los sectores de la sociedad revelaron flagrantes violaciones a lo largo de los años de su derecho a vivir en un medio ambiente limpio, sano y sostenible. En muchos casos, estas violaciones persistieron durante décadas, advirtió Boyd.
Además de Ventana, existen otras cuatro zonas de alta contaminación ambiental: Tocopilla, Mejillones y Huasco, en el norte, y Coronel, en el sur del país.
En opinión de Boyd, Chile se enfrenta a una abrumadora serie de crisis medioambientales interconectadas.
Estas crisis, que han estado en curso durante muchos años, incluyen: zonas afectadas profundamente perturbadoras donde las comunidades marginadas y vulnerables sufren la exposición a sustancias tóxicas y la degradación del medio ambiente, la escasez de agua, ya que muchos residentes rurales carecen de acceso a agua potable y suficiente, y la contaminación atmosférica mortal, dijo Boyd en un comunicado tras una visita de 10 días a Chile.
El relator especial ha informado de que Chile también está sufriendo grandes problemas debido a la crisis climática mundial, como sequías, desertificación, incendios forestales devastadores, olas de calor mortales, aumento del nivel del mar, erosión costera y fenómenos meteorológicos extremos.
Chile debe responder a la crisis medioambiental implementando acciones urgentes para asegurar el acceso universal a agua limpia, aire limpio y ambientes no tóxicos para todos, explicó.
Es completamente inaceptable que los niños y jóvenes de algunas comunidades crezcan sin un suministro fiable de agua en sus hogares o escuelas y estén expuestos a productos químicos tóxicos que amenazan su salud, añadió.
Me sorprendió gratamente saber que Chile es el número uno mundial en proporción de electricidad producida por energía solar (...) y la reciente Ley Marco de Cambio Climático de Chile es muy sólida, señaló también.
Además, elogió el cierre de ocho centrales térmicas y la inminente clausura de la fundición estatal Ventanas como medidas necesarias para paliar la extrema contaminación en las zonas más afectadas y combatir la crisis climática.
El Gobierno tiene el ambicioso objetivo de lograr una transición socioecológica justa, una meta que es vitalmente necesaria en un país que se enfrenta a enormes desafíos medioambientales y a una desigualdad sistémica, explicó Boyd. Los derechos humanos deben estar en el centro de este esfuerzo. Es una obligación legal, no una opción”.
Durante su visita, el experto de la ONU recorrió las regiones del norte, centro y sur, visitando Quintero-Puchuncavi, Calama, el Salar de Atacama y Puerto Montt, además de Santiago. Se reunió con funcionarios gubernamentales nacionales y locales, jueces, fiscales, la Institución Nacional de Derechos Humanos, miembros de agencias de la ONU, empresas y académicos.