Sindicatos y organizaciones sociales uruguayas protagonizaron este jueves una manifestación en Montevideo tras sumarse a la movilización convocada por el Plenario Intersindical de Trabajadores - Convención Nacional de Trabajadores, comúnmente denominado PIT-CNT, para protestar contra la reforma previsional, calificada como una iniciativa criminal del gobierno de Luis Lacalle Pou.
Desde muy temprano, las calles se llenaron de humo de colores y fuegos artificiales, con cada grupo sindical portando sus propias pancartas, todas las cuales coincidían en objetar la reforma proyectada con mensajes que iban desde no a esta reforma hasta carteles más radicales que hablaban de exceso de oligarquía, y reclamando un plebiscito para garantizar la seguridad social del pueblo.
Con esta reforma, el gobierno nos sigue demostrando que favorece a la malla de oro y que pretende que todas las crisis las paguen los trabajadores y los sectores más vulnerables de la sociedad, dijo Lucía Padula, de Intersocial, en su discurso desde un escenario frente al Palacio Legislativo. Agregó que la iniciativa del gobierno carece de perspectiva de género, ignora a los disidentes, a las personas con discapacidad y a los niños.
Vamos a sufrir las consecuencias de trabajar más años con una jubilación más baja, algo que esta coalición no ha podido negar. No podemos quedar al margen, tenemos que conocer el contenido de este proyecto de ley, insistió. Padula también señaló que miles de jóvenes sufren las consecuencias de los trabajos informales.
Trabajadores y estudiantes exigen una reforma de la Seguridad Social que amplíe sus derechos y, por ello, se oponen al proyecto de ley del Gobierno, que encoge al Estado y su papel de garante de derechos a la sociedad, explicó además. Esta reforma va en contra de los valores democráticos de nuestro pueblo, exigimos que se escuche a esta enorme multitud de ciudadanos, concluyó la líder de uno de los grupos que se sumaron a la protesta del PIT-CNT.
Enrique Méndez, del PIT-CNT, dijo que la reforma pretendida es una síntesis brutal del proceso de ajuste que viene llevando adelante el gobierno y que sigue golpeando a los sectores más vulnerables de la sociedad. La iniciativa nunca tuvo apoyo popular y la manifestación del jueves fue una prueba de ello.
Méndez también recordó que la Seguridad Social es una conquista de la clase trabajadora tras luchar contra las injustas condiciones de desigualdad de la economía de mercado, cuyo único objetivo es buscar el beneficio indiscriminado de la sociedad sin pensar en las vulnerabilidades sociales. Aseguró que el peso de la reforma recae sobre los sectores populares del país, al tiempo que abogó por más aportes de los sectores más poderosos a nivel empresarial en lugar de hacer dinero del bolsillo de Juan Pueblo.
Los trabajadores no nos rendimos, apostamos por un gran diálogo social y que se aplace esta discusión. Pero si la aprueban, tengan muy claro que tendrá una fuerte oposición del movimiento sindical y del movimiento popular en su conjunto, advirtió.