La Embajada de Israel en Buenos Aires celebró este viernes una ceremonia conmemorativa del 31º aniversario de la destrucción de su antigua sede en un atentado con bomba presuntamente sancionado por Hezbolá.
El acto tuvo lugar en la actual plaza Zona Cero de la calle Arroyo, donde se encontraba el edificio diplomático y a la hora exacta de aquella tarde en que se produjo la explosión que dejó 29 muertos y más de 200 heridos.
Nada ni nadie reparará las vidas perdidas, los sueños arrancados ni el dolor de las víctimas, pero es la falta de respuestas en la investigación judicial lo que no hace sino ahondar el dolor de las pérdidas de hace 31 años, dijo en su discurso el ministro de Justicia, Martín Soria. Los pueblos sin memoria están condenados a repetir su pasado, agregó.
Es necesario que todos y cada uno de los que tenemos responsabilidad hagamos nuestros mejores esfuerzos por esta causa, prosiguió antes de subrayar que el único avance logrado en la causa fue haber determinado en 1999 la participación de Hezbollah.
El Estado argentino es responsable por no haber podido evitar este atentado y es responsable por no haber investigado, juzgado y castigado a los culpables, dijo Soria.
El embajador israelí, Eyal Sela, acusó a Hezbolá e Irán de haber perpetrado la primera llegada del terrorismo internacional al país, con un atentado que tenía como objetivo causar el mayor daño posible.
Nos debemos a nosotros mismos garantizar que este tipo de ataque criminal no vuelva a producirse, añadió el embajador.
El superviviente Alberto Kupersmid también pronunció un discurso el viernes y contó su versión de los hechos de aquel día. Explicó que no supo si estaba vivo o muerto hasta que recuperó el conocimiento. Señores de la Corte Suprema, después de 31 años queremos saber qué pasó con la investigación, enfatizó: ¡Queremos y necesitamos respuestas!. El Tribunal Supremo tiene competencia originaria porque el caso afectó a una misión diplomática extranjera.
Tras un minuto de silencio, se mencionaron los nombres de las 29 víctimas mortales del atentado y sonaron los himnos argentino e israelí.
Además de Soria, participaron de la ceremonia los ministros Agustín Rossi (Jefatura de Gabinete), Jaime Perczyk (Educación) y Raquel Kismer de Olmos (Trabajo), además de autoridades de la ciudad y legisladores federales, quienes se sumaron al director para América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Jonathan Peled; y al presidente de la Cámara de Comercio Argentino-Israelí, Mario Montoto.
No asistió al acto el presidente Alberto Fernández, sometido a última hora del jueves a una procedimiento quirúrgico analgésico por su dolencia de espalda y a quien se aconsejó reposo en la residencia de Olivos.
El 17 de marzo de 1992, la Yihad Islámica, brazo armado de la organización terrorista Hezbollah, estrelló a las 14.45 horas una camioneta Ford F-100 contra el edificio de la Embajada de Israel en Argentina, lo que destruyó de inmediato la sede diplomática que allí funcionaba desde hacía más de 4 décadas y convirtió en escombros gran parte de esa esquina de Buenos Aires, causando graves daños a una escuela, un hogar de ancianos, una iglesia y otros edificios vecinos. El atentado dejó 29 muertos y 242 heridos.
A día de hoy, los culpables no han sido detenidos. El atentado sigue impune y las víctimas, sus familias y la sociedad en su conjunto siguen exigiendo justicia.
El 17 de marzo de 2000 se inauguró la plaza Embajada de Israel en el mismo lugar donde antes estaba la institución diplomática israelí.