Los Primeros Ministros de Australia, Anthony Albanese, y del Reino Unido, Rishi Sunak, se reunieron el lunes con el Presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, en una base naval de San Diego para discutir las condiciones en las que la isla del Pacífico Sur comprará submarinos de propulsión nuclear como parte de la estrategia de defensa AUKUS para neutralizar la expansión de China en la región.
En virtud del acuerdo AUKUS, cuyo objetivo es preservar un Indo-Pacífico libre y abierto, Australia comprará tres submarinos nucleares estadounidenses y tendrá además la opción de adquirir otros dos, según se explicó en una declaración conjunta desde California.
Un punto de inflexión en la historia, en el que el duro trabajo de mejorar la disuasión y promover la estabilidad va a afectar a las perspectivas de paz en las próximas décadas, dijo Biden, quien subrayó que los submarinos tendrán propulsión nuclear pero no tendrán armas nucleares.
Es la primera vez en 65 años y sólo la segunda en la historia que Estados Unidos comparte su tecnología de propulsión nuclear, y se lo agradecemos, subrayó Albanese. También habló de la mayor inversión individual en la capacidad de defensa de Australia en toda nuestra historia. Dijo que el proyecto apoyará la economía australiana durante décadas y creará unos 20.000 empleos directos.
Mientras tanto, Sunak citó los crecientes desafíos incluyendo la invasión ilegal de Rusia en Ucrania, la creciente asertividad de China y el comportamiento desestabilizador de Irán y Corea del Norte.
Ante esta nueva realidad, es más importante que nunca que reforcemos la capacidad de resistencia de nuestros propios países, afirmó Sunak.
Australia y Gran Bretaña comenzarán a construir un nuevo modelo de submarino con tecnología y apoyo estadounidenses, y se espera que el Reino Unido entregue su primer submarino nuclear de construcción propia a finales de la década de 2030. Australia tiene previsto entregar esos nuevos buques a su armada a principios de la década de 2040. Inicialmente, Australia comprará submarinos a EE.UU., pero a largo plazo, los tres países planean desarrollar conjuntamente un modelo de submarino que acabará construyéndose en la propia Australia.
China ha argumentado que AUKUS corre el riesgo de desencadenar una carrera armamentística y viola el Tratado de No Proliferación Nuclear. Pekín ha dicho que la transferencia de materiales para armas nucleares de un Estado poseedor de armas nucleares a un Estado no poseedor de armas nucleares es una violación flagrante del espíritu del tratado. Pekín también ha acusado repetidamente al trío AUKUS de adoptar una mentalidad de Guerra Fría que corre el riesgo de una mayor escalada en la región. Instamos a Estados Unidos, Reino Unido y Australia a que abandonen la mentalidad de Guerra Fría y los juegos de suma cero, cumplan de buena fe sus obligaciones internacionales y hagan más cosas que conduzcan a la paz y la estabilidad regionales, declaró a la prensa Mao Ning, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
Los expertos en seguridad ven la alianza AUKUS y su proyecto a gran escala principalmente como un intento de contrarrestar la creciente ambición de poder de China en el Indo-Pacífico, aunque los tres países aseguran que su alianza no pretende enviar una señal a ningún país en particular.
A partir de 2027, Estados Unidos y el Reino Unido tienen previsto estacionar submarinos en Australia de forma rotatoria. A continuación, Australia construirá su propia flota de submarinos nucleares en la década de 2030.