El gran escritor y referencia de las letras latinoamericanas, Mario Vargas Llosa, ingresó esta semana en la Academia Francesa y se convirtió en el primer autor en lengua no francesa en acceder a esa prestigiosa institución fundada por Richelieu en 1635.
En su discurso de aceptación Vargas Llosa abordó por igual su pasión por la literatura, en particular la francesa, y la política, en particular la denuncia de los autoritarismos. La novela salvará la democracia o se hundirá con ella y desaparecerá, dijo el nuevo inmortal, como se conoce a los académicos franceses.
El Premio Nobel de Literatura 2010 cerró en la venerable institución a orillas del Sena un círculo que empezó en 1959, cuando desembarcó en París como un desconocido autor.
Cuando estudiaba en Lima, recordó, aspiraba secretamente a convertirme en un escritor francés. Estaba convencido de que era imposible ser escritor en Perú, un país sin editoriales y con escasas librerías, explicó.
Al llegar descubrió con sorpresa que en la capital cultural del mundo se leía desde hacía tiempo a autores como el mexicano Octavio Paz. Fue en consecuencia gracias a Francia que descubrí otra América Latina, dijo.
Fue en París que me convertí en escritor, añadió. ”Sin Flaubert nunca habría sido el escritor que soy, ni habría escrito lo que he escrito”.
Último superviviente de la generación del boom latinoamericano, Vargas Llosa es autor de novelas que marcaron las letras hispanas del siglo XX, como La tía Julia y el escribidor, Conversación en la catedral y La ciudad y los perros.
El Rey Juan Carlos voló desde Abu Dabi, donde reside desde 2020 tras haber escapado de España, para acompañar a su amigo en su ingreso en la Academia Francesa.