El vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, insistió el martes en que la remodelación del régimen fiscal del país es vital para la reindustrialización de la mayor economía de Sudamérica.
Alckmin hizo esas declaraciones al jurar como ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios.
Bajo el mandato del ex presidente Jair Bolsonaro, algunas de las áreas a ser manejadas por la nueva agencia estaban bajo el ámbito del Ministerio de Economía, explicó la Agencia Brasil.
Durante la ceremonia en el Palacio de Planalto, Alckmin habló durante casi media hora, enumerando los desafíos para la industrialización del país y sus funciones como ministro, que desempeñará además de las de vicepresidente.
El momento exige que trabajemos incansablemente por el empleo y la distribución de la renta, apoyando la industria, el comercio y el sector de servicios, dijo Alckmin. Añadió que el éxito del sector productivo brasileño exige la simplificación de las reglas del sistema tributario para favorecer la competitividad nacional.
El fortalecimiento de nuestra industria pasa invariablemente por la reducción del costo Brasil y por la mejora del ambiente de negocios en el país. En este contexto, la reforma tributaria es fundamental, dijo Alckmin al destacar la necesidad de unidad del gobierno. El esfuerzo para reindustrializar Brasil, para mejorar aún más nuestra agroindustria y todo el parque industrial, agregándole más valor, y para incluir a los trabajadores brasileños en nuestra economía, no son tareas episódicas, sino un trabajo de todo el gobierno comprometido con un futuro mejor y más justo para nuestro pueblo, insistió.
Alckmin argumentó que después de haber inducido el crecimiento económico del país durante la mayor parte del siglo XX, la industria brasileña empezó a perder terreno en la década de 1980, cuando representaba cerca del 20% del Producto Interior Bruto (PIB), hasta llegar a la situación actual. En 2021, la producción industrial brasileña representaba el 11,3% de la riqueza generada en el país. A pesar de ello, el sector representa el 69% de todo lo que se invierte en investigación y desarrollo en el país y cerca de un tercio de los ingresos fiscales.
La industria brasileña necesita urgentemente retomar su protagonismo, ampliando su participación en el PIB. Los graves cambios climáticos, el poscovidio y la guerra en Europa [entre Rusia y Ucrania] indican la urgencia de una política de reindustrialización consensuada con el sector productivo, la academia, la sociedad y la comunidad internacional, dijo Alckmin, destacando el potencial de Brasil para convertirse en el gran protagonista del proceso de descarbonización global, siempre que invierta en innovación e investigación.
La agenda de la sostenibilidad es prioritaria, incluso para garantizar la competitividad del producto nacional en el comercio mundial, dijo Alckmin, al comprometerse a implementar la nueva política industrial brasileña en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente de Marina Silva.
(Fuente: Agencia Brasil)