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La leyenda del fútbol Pelé fallece a los 82 años
Pelé sigue siendo el único jugador que ha ganado tres Copas del Mundo y el más joven en levantar un trofeo mundial El mejor futbolista brasileño de todos los tiempos y posiblemente todavía inigualable a nivel global, ha fallecido este jueves en Sao Paulo, donde había sido hospitalizado un mes atrás para someterse a un tratamiento contra el cáncer. Su agente, Joe Fraga, confirmó su deceso. Tenía 82 años.
Nacido Edson Arantes do Nascimento en la pequeña localidad de Três Corações, en el estado de Minas Gerais, el 23 de octubre de 1940, lustraba zapatos para comprar su primera equipación de fútbol. A los 11 años, se trasladó a Santos para incorporarse a las categorías inferiores del club local, y debutó en Primera División con 16 años, en 1956.
El apodo de Pelé surgió de su incapacidad a cierta edad para pronunciar el nombre de un jugador de sus años mozos llamado Bilé.
A los 17 años fue convocado a la selección nacional para participar en el Mundial de 1958. En un principio iba a sentarse en el banquillo, pero acabó convirtiéndose en la clave de la primera estrella de la escuadra sudamericana, ocho años después de perder el partido por el título en casa, en Río de Janeiro.
El primer gol de Pelé en la final de 1958 contra la anfitriona Suecia sigue considerándose uno de los mejores de la historia de los Mundiales.
Brasil acabó ganando 5-2 con dos tantos de Pelé, que sigue siendo a día de hoy el único jugador que ha ganado tres Copas del Mundo y el más joven en levantar dicho trofeo.
Como jugador, su talento suele compararse al del fallecido Diego Maradona, o al de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. En cualquier caso, fue la primera megaestrella del fútbol.
Sólo pudo jugar dos partidos en el Mundial de Chile 1962, en el que Brasil revalidó su corona, pero volvió a estar en forma para el tercer título en México 1970, marcando de nuevo en la victoria por 4-1 contra Italia en el partido por el campeonato disputado en el Estadio Azteca, donde Maradona hizo historia en 1986.
Su fama fue tal que los bandos en guerra civil de Nigeria acordaron un alto el fuego en 1967 para que Pelé pudiera jugar en un partido de exhibición en el país africano.
A pesar de su etnia africana, Pelé rara vez hablaba de racismo. “Ha sido clave para el orgullo de los negros en Brasil, pero nunca quiso ser abanderado”, dijo una vez la biógrafa de Pelé, Angélica Basthi.
Tras su retiro en 1977, Pelé se convirtió en embajador de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y participó en varios espectáculos.
A medida que su salud se deterioraba, sus apariciones públicas se hicieron menos frecuentes y en los últimos años se le veía a menudo en silla de ruedas.
Pelé fue internacional en 114 ocasiones y marcó 95 goles. Tras la temporada de 1972 con el Santos, el gobierno brasileño intervino para que no fuera traspasado a ningún club europeo porque se le consideraba un activo nacional.
Con Pelé, Brasil se hizo famoso por su “jogo bonito”. En su autobiografía de 1977, Pelé convirtió la expresión en parte del léxico futbolístico mundial, titulándola “Mi vida y el jogo bonito”.
En 1975, con 34 años y ya pasado su mejor momento, Pelé fichó por el Cosmos de Nueva York para impulsar el fútbol en ese país. Llevó al equipo al título de liga en 1977 y marcó 64 goles en tres temporadas.
El partido de despedida de Pelé se jugó el 1 de octubre de 1977. Fue un choque amistoso entre el Cosmos y el Santos ante 77.000 espectadores. Pelé jugó una mitad para cada equipo.
