El Mercosur se enfrenta a una nueva crisis derivada del afán del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, por adherirse a cualquier alianza comercial exterior sin medir las consecuencias.
Mientras el canciller uruguayo Francisco Bustillo se encuentra de gira por Australia y Nueva Zelanda para negociar la adhesión de su país al Acuerdo Transpacífico (TPP), los gobiernos de Alberto Fernández, Jair Bolsonaro y Mario Abdo Benítez están en alerta.
Argentina, Brasil y Paraguay acordaron este miércoles tomar medidas conjuntas a través de una declaración en la que advierten a Uruguay de las posibles consecuencias legales de actuar en solitario a pesar de los acuerdos del Mercosur.
La medida se produce seis días antes de la Cumbre de Jefes de Estado de los países miembros y asociados del Mercosur que se celebrará el 6 de diciembre en la capital uruguaya y durante la cual Argentina asumirá la presidencia pro tempore del Mercado Común del Sur.
”Ante las acciones del gobierno uruguayo con miras a la negociación individual de acuerdos comerciales con dimensión arancelaria, y teniendo en cuenta la posible presentación por parte de la República Oriental del Uruguay de una solicitud de adhesión al Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), los Coordinadores Nacionales de Argentina, Brasil y Paraguay ante el Mercado Común del Mercosur informan a la Coordinación Nacional de Uruguay que los tres países se reservan el derecho de adoptar las posibles medidas que consideren necesarias para defender sus intereses en el ámbito jurídico y comercial”, reza la nota enviada a la administración de Lacalle.
Uruguay tendría previsto anunciar su adhesión al TPP para reducir las barreras arancelarias y establecer un marco común en relación con la propiedad intelectual. Montevideo ya inició negociaciones con China para un acuerdo comercial al margen del Mercosur, que aún no han concluido.
Se teme que si Uruguay insiste en sus gestiones unilaterales, el futuro del bloque se vea comprometido, sobre todo después de que Luiz Inácio Lula Da Silva jure el 1 de enero su tercer mandato como presidente de Brasil. Cuando eso ocurra, Argentina y Brasil -los dos miembros más grandes del Mercosur- tendrán gobiernos ideológicamente afines, no alineados con la coalición Multicolor de Lacalle.