Las autoridades de la provincia argentina de Mendoza anunciaron que los restos momificados de un niño inca de 8 años serán devueltos al lugar donde fueron encontrados hace 37 años.
Los restos momificados y perfectamente conservados de un niño inca, encontrados el 8 de enero de 1985 por un grupo de andinistas en el monte Aconcagua, serán devueltos a la montaña. El director de Patrimonio Cultural de Mendoza, Horacio Chiavazza, dijo que sólo se exhibirán para los turistas algunos de los elementos que tenían los restos al momento de su hallazgo, pero ya no el niño momificado.
El arqueólogo mendocino Víctor Durán dijo que la idea siempre fue devolverlo a su lugar, por supuesto, en condiciones para su conservación y con toda una muestra para la interpretación de la cultura. Que la provincia pueda llevarlo adelante es una excelente noticia porque es un hallazgo patrimonial que habla mucho de nosotros. Exponer las piezas con las que se encontraron los restos del niño inca será un gran atractivo para los mendocinos y para el turismo internacional”.
El martes 8 de enero de 1985, cinco montañistas mendocinos que intentaban llegar a la cumbre del cerro Aconcagua encontraron al niño momificado. Estaban a más de 5.300 metros de altura. Al parecer, el niño había sido ofrecido en sacrificio por los incas que habitaban la zona en el año 1500.
Tras su descubrimiento, los restos fueron extraídos y llevados a un museo donde se realizaron análisis genéticos y arqueológicos. Los estudios confirmaron que el niño había estado en la zona durante casi 500 años y que las civilizaciones incas vivían efectivamente en la zona en los siglos XV y XVI.
Desde el descubrimiento, el niño inca se conserva en el Centro Científico y Tecnológico (CCT) y no se expone al público. En el momento de su descubrimiento, llevaba un uncu (túnica o camisa andina, sin mangas) de lana y calzaba sandalias de lana y pelo con suela de fibra vegetal.
En 2015, un equipo dirigido por el genetista Antonio Salas, de la Universidad de Santiago de Compostela (España), descifró el ADN del niño y lo comparó con una base de datos de 28.000 genomas. El niño pertenecía a un linaje humano que se formó hace 14.300 años y que ya no existe en el planeta.
El hecho de que se trate de un cuerpo momificado es casi inédito. Sólo había un caso anterior. Fernando Pepe, arqueólogo del Programa Nacional de Identificación y Restitución de Restos Humanos del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), dijo a Tiempo Argentino que 22 restos humanos indígenas ya fueron devueltos a sus comunidades de origen. De esos restos, sólo una momia sagrada fue restituida hasta ahora. Fue el 21 de octubre de 2019, en Catamarca, a la comunidad de Antofalla en el departamento de Antofagasta de la Sierra.
Agregó que hubo varios reclamos de comunidades originarias que esperan que se les devuelvan los restos de sus antepasados. Los cuerpos se encuentran en diferentes museos del país y han sido exhibidos desde la llamada Campaña del Desierto, a fines de 1800.
Hay muchas provincias que han adherido a la Ley 25.517, que prevé la devolución de los restos y le da al INAI la facultad de realizarla. Algunas provincias no han adherido, pero igual realizan restituciones con las leyes provinciales, lo cual nos parece bien, promovemos que se atiendan los reclamos de las comunidades originarias, eso es lo importante, más allá de que se aplique la ley nacional o provincial, explicó Pepe.
También señaló que el pedido de restitución de los ancestros de las comunidades es un reclamo histórico. En Argentina se lleva a cabo desde 2006, especialmente desde 2010 cuando Cristina Fernández de Kirchner reglamentó la ley nacional con el decreto 701/10, señaló Pepe.
(Fuente: Tiempo Argentino)