Investigadores del equipo Eslabón Perdido han encontrado un submarino alemán de la Reichsmarine frente a las costas de Necochea, en la provincia argentina de Buenos Aires, cerca de Arenas Verdes y Costa Bonita, según se informó este martes.
Los peritajes coincidieron en que la estructura hallada a 28 metros bajo el mar provenía de un submarino, posiblemente alemán, dijeron en un comunicado los ingenieros navales Juan Martín Canevaro y Andrés Miguel Cuidet. Entre los elementos encontrados había un periscopio, que señala inequívocamente que se trataba de un submarino.
La embarcación, de 80 metros de eslora, es un misterio ya que no existe ningún registro que indique su travesía. De ahí que la teoría más plausible la relacione con dirigentes nazis que huían de Alemania hacia Argentina tras la guerra.
Para mí era una asignatura pendiente encontrar un submarino alemán, porque la historia es bien conocida por las versiones, por los documentos de la época del desembarco de alemanes que llegaron en submarinos a las playas argentinas, dijo el jefe de la expedición, Ariel Basti, en una entrevista radial.
Pero nunca se había encontrado un elemento de prueba concluyente como en este caso, agregó. ”Hace años que vengo trabajando en el tema [de los nazis de posguerra], particularmente en esa zona, porque había un registro bien documentado de desembarcos allí, específicamente en esas playas (Arenas Verdes y Costa Bonita), agregó.
Periodista de profesión, Basti explicó que en 1945 una partida policial de cinco agentes se dirigió a esa zona porque los vecinos afirmaban haber visto movimiento y luces por la noche y encontraron rastros de un desembarco: huellas de pisadas y de camiones en una parte bastante aislada de la playa.
Luego siguieron las huellas y a 4 km llegaron a la Estancia Moromar. Al cruzar la tranquera se encontraron con un grupo de hombres rubios armados con ametralladoras que les pidieron que se retiraran. El grupo de policías se dirigió a Necochea para pedir refuerzos, pero finalmente les dijeron que dejaran el tema.
Se informó que los submarinos se acercaron a la costa. Los miembros de la tripulación y los pasajeros bajaban a tierra, junto con su carga. Una pequeña parte de la tripulación sacaba el submarino al mar para hundirlo, pero lo suficientemente lejos, a un lugar no demasiado superficial para que no pudiera ser visto si bajaba la marea.
El grupo de investigación profundizó en la búsqueda en esa zona durante dos años. Primero en la zona de la playa para comprobar si había algún rastro.
Utilizando escáneres de radar, el equipo rastreó la zona durante dos años empezando por la playa. Encontramos este casco, que es muy grande y no estaba en las cartas náuticas, explicó Basti. Tampoco aparecía en un libro de navegación que informaba de todos los cascos conocidos en esa parte del Atlántico Sur.
Basti también señaló que la monumental trama para ayudar a los nazis a escapar de la justicia era una cuestión dentro de un acuerdo más amplio entre fuerzas estadounidenses y francesas. Es un plan de evasión muy grande, mucho más grande de lo que se suponía que no era posible sin ese acuerdo”.
Aunque muchos países acogieron a nazis tras la Segunda Guerra Mundial, principalmente Estados Unidos, esta llegada a Argentina fue consentida por el gobierno militar del entonces dictador Edelmiro Farrell (1944-1946), durante el cual ganó popularidad el secretario de Trabajo, Juan Perón.