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Muere la leyenda del boxeo argentino Horacio Accavallo a los 87 años
Accavallo procedía de una familia muy humilde y analfabeta, pero consiguió ganarse la vida La leyenda del boxeo argentino Horacio Accavallo, el segundo campeón mundial de la historia del país, falleció a sus 87 años, según se anunció este miércoles en Buenos Aires.
El campeón mundial de peso mosca entre 1966 y 1968 sufría de Alzheimer desde hace más de una década, dijo su hijo Horacio Jr. a la prensa.
“¡Así es como te recordaré viejo! Con los brazos en alto como un Campeón. Gracias por tus enseñanzas y por inculcarme tus valores. Descansa en paz”, escribió junto a una foto de su padre en su cuenta de Instagram.
Accavallo se convirtió en el segundo campeón mundial de boxeo de la historia de Argentina el 1 de marzo de 1966, cuando derrotó al japonés Katsuyoshi Takayama en Tokio en un combate a 15 asaltos. El primer campeón mundial argentino había sido el fallecido Pascual Pérez, que reinó entre los pesos mosca entre 1954 y 1960.
Accavallo defendió su cetro en tres ocasiones: dos contra el japonés Hiroyuki Ebihara y una contra el mexicano Efrén Torres entre ambos combates. Se retiró como poseedor del título mundial en 1968, tras una carrera de 83 peleas con 75 victorias (34 por KO), dos derrotas y seis empates.
Se había iniciado en el boxeo amateur a los 14 años tras una infancia de pobreza en una barriada de Buenos Aires donde sobrevivía recogiendo cartones. Hijo de inmigrantes italianos y españoles analfabetos, también había trabajado como trapecista en un circo y como limpiabotas.
El carismático Accavallo también apareció en dos películas.
Acavallo había nacido en Villa Diamante, en el distrito de Lanús, a las afueras de la capital del país, el 14 de octubre de 1934. Su peor derrota en la vida fue cuando su hija Silvana (uno de sus 4 hijos) murió a los 47 años el 9 de junio de 1998, al ser atropellada por una camioneta.
Accavallo procedía de una familia muy humilde y analfabeta, pero era conocido por haber abierto una tienda de equipamiento deportivo con sus primeras ganancias como campeón del mundo, tras lo cual se ganó la vida como empresario de clase media. A diferencia de muchas estrellas del boxeo, se casó, tuvo una familia y nunca se vio envuelto en ningún escándalo relacionado con las drogas o el consumo de alcohol.
