Cinco legisladores estadounidenses aterrizaron este domingo en Taipei, en un nuevo viaje de parlamentarios de ese país, después de que una reciente visita encabezada por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, avivara las tensiones con Pekín, que considera a la isla como una provincia china rebelde.
El grupo liderado por el senador Ed Markey, de Massachusetts, estaba formado también por sus compañeros demócratas de la Cámara Baja John Garamendi y Alan Lowenthal, de California, y Don Beyer, de Virginia, así como por la representante republicana Aumua Amata Coleman Radewagen, de Samoa Americana.
Se espera que Markey y su delegación mantengan conversaciones con funcionarios locales sobre la seguridad regional, entre otras cuestiones.
El viceministro [Alexander Tah-ray] Yui dio la más calurosa bienvenida al senador Markey, amigo de Taiwán desde hace mucho tiempo, y a su delegación multipartidista, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán en un comunicado. Agradecemos a los legisladores estadounidenses afines su oportuna visita y su apoyo incondicional.
El Instituto Americano en Taiwán dijo en un comunicado que la delegación se reunirá con altos líderes de Taiwán para discutir las relaciones entre Estados Unidos y Taiwán, la seguridad regional, el comercio y la inversión, las cadenas de suministro globales, el cambio climático y otras cuestiones importantes de interés mutuo.
La delegación de Markey también se reunió el domingo con el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, para hablar del comercio bilateral y de que el tamaño, la diversidad y la letalidad de las armas de Corea del Norte sigue creciendo, al igual que su amenaza para nuestros aliados en la región, según un comunicado del senador. En mis reuniones y en mi visita a la zona desmilitarizada, discutimos cómo continuar la presión multilateral y los esfuerzos diplomáticos para alcanzar una solución que garantice que el pueblo estadounidense y nuestros aliados estén a salvo de un régimen nuclear de Kim, añadió.
Tras la guerra civil china de 1949, Taiwán se negó a caer bajo el dominio comunista de China. Pero China la considera, junto con sus 23 millones de habitantes, una provincia díscola que deberá recuperarse a su debido tiempo.
Pelosi les hizo el juego porque ahora tienen una excusa para hacer lo que van a hacer, dijo el ex presidente Donald Trump la semana pasada en Texas. Su viaje del 2 de agosto exacerbó las tensiones mientras China realizaba maniobras militares con fuego real y sanciones contra Taiwán.
El pasado miércoles, en su primera rueda de prensa desde su viaje, Pelosi dijo que Estados Unidos no permitirá que China aísle a Taiwán y señaló que el objetivo de su visita era reafirmar la fuerte relación entre su país y la isla.
Quien juega con fuego morirá por él, había advertido China al presidente estadounidense Joseph Biden antes del viaje de Pelosi.