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Embajada de EE.UU. en BA sigue de cerca el caso del avión de Emtrasur

“Agradecemos los esfuerzos de investigación de las autoridades argentinas”, dijo el embajador Marc Stanley

La Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires está atenta al caso del avión de carga iraní-venezolano incautado en el aeropuerto internacional Ministro Pistarini de Ezeiza, que figura en la lista negra del Tesoro estadounidense.

“Estamos siguiendo con interés las investigaciones sobre la tripulación y la aeronave, y apreciamos los esfuerzos de investigación de las autoridades argentinas”, dijo este jueves el embajador Marc Stanley en un comunicado.

En el vuelo que llegó a Ezeiza el pasado lunes viajaban cinco iraníes (Mohammad Khosraviaragh; Gholamreza Ghasemi; Mahdi Mouseli; Saeid Vali Zadeh; y Abdolbaset Mohammadi) y 14 venezolanos. Algunos de ellos, según información de inteligencia, tendrían vínculos con las Fuerzas Quds, una división del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica especializada en operaciones de inteligencia militar.

La Embajada de Israel en Buenos Aires también se había referido al caso, diciendo que el Boeing 747 de Conviasa / Emtrasur había sido utilizado previamente por la compañía iraní Mahan Air para misiones internacionales encubiertas.

Según el informe diplomático, la aeronave transportaba a “un grupo de funcionarios iraníes, entre los que se encontraba un alto ejecutivo de la aerolínea persa Qeshm Fars Air”, concretamente el piloto Gholamreza Ghasemi Abbas, que sería accionista y miembro del consejo de administración y director general de la aerolínea Qeshm Fars Air, utilizada por la Guardia Revolucionaria Iraní (IRGC) para trasladar armas y equipos militares a Siria durante la guerra civil en ese país. Abbas, nacido el 22 de noviembre de 1958, es tocayo de un antiguo oficial de la Guardia Revolucionaria iraní. Resta determinar si se trata de la misma persona.

La aeronave adquirida a principios de este año por Conviasa a Mahan Air está inmovilizada en el aeropuerto internacional de Ezeiza, bajo la supervisión de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), donde las autoridades argentinas la registraron en busca de pruebas.

La portavoz de la Presidencia argentina, Gabriela Cerruti, dijo en su tradicional encuentro con la prensa de cada jueves que la administración había llevado a cabo todas las medidas correspondientes y que “el resto es parte de la novela que cada periodista o cada medio de comunicación quiere hacer.”