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Guerra de Falklands: desempeño de aviación argentina según relato de un Isleño

Sábado, 4 de junio de 2022 - 07:52 UTC
 (1)  El aeródromo de Stanley se inauguró en 1977,  GeraldCheek estuvo un año en Inglaterra preparándose como controlador aéreo (1) El aeródromo de Stanley se inauguró en 1977, GeraldCheek estuvo un año en Inglaterra preparándose como controlador aéreo

Gerald Cheek fue hasta su jubilación en 2011, Director de Aviación Civil de las Islas Falklands y un enamorado de los aviones. En estas líneas, quien tuviera bajo su responsabilidad el aeropuerto de Stanley, apenas un aeródromo con una pista muy precaria recuerda su experiencia durante (1) la invasión y ocupación argentina de 1982.

En efecto apenas desembarcaron los argentinos fueron tras él, uno de una lista de varios Isleños prominentes, quienes terminaron retenidos en Fox Bay East, de la Isla Oeste hasta la conclusión del conflicto.

Ello empero no le ha impedido hacer un relato del conflicto y del desempeño de la Fuerza Aérea Argentina. Cuando los argentinos iniciaron el conflicto con la invasión no tenían previsto planes para la subsiguiente defensa de las Falklands, como que tampoco esperaban el arribo de una Fuerza de Tareas enviada por Londres para recuperar las Islas.

La Fuerza Aérea Argentina, FAA, no estaba equipada ni formada para una lucha a largo plazo con una potencia extranjera, en verdad estaban más focalizados en un posible conflicto con sus vecinos, Chile. Contaban con tan solo dos aviones cisterna para proveer de combustible en vuelo a la totalidad de la fuerea y los caza bombarderos Dagger y Mirage de la Marina tampoco estaban equipados para reabastecimiento en el aire.

La FAA desempolvó sus F-86 Sabres para proteger la frontera con Chile durante el conflicto, y también recibió ofertas de ayuda de Perú, Brasil y Venezuela, en materia de misiones de combate sobre tierra a la vez que de entrega de algunos cazas.

Se estima que Argentina contaba con unos 250 aviones cuando la invasión de las Falklands, de los cuales la mitad estaban involucrados en asegurar la frontera con Chile.

El largo trayecto desde sus bases hasta San Carlos (donde desembarcaron las tropas británicas) significaba que no podían apelar a velocidades máximas o los dispositivos de poscombustión ya que corrían el riesgo de quedarse sin combustible y los Skyhawk eran totalmente dependientes de ser reabastecidos en el aire, lo cual limitaba el número de unidades que podían disponer sobre el objetivo en cualquier momento.

La fuerza aérea más pequeña de la Marina argentina, ARA, estaba en transición de los Skyhawk a los Super Etandard y poseían además cinco misiles Exocet anti barcos de superficie. Misiles que utilizaron con devastador efecto durante el conflicto.

Pero a pesar de estas desventajas las unidades aéreas de los argentinos fueron las que cargaron con el mayor peso de la batalla en las Falklands e infligieron daños y pérdidas muy importantes a la fuerza naval de los británicos, si bien no se logró suceso significativo alguno contra las fuerzas de tierra de los británicos.

La FAA también tuvo éxito en el aprovisionamiento de sus fuerzas de tierra apelando a los Hercules, por la noche y aterrizando en las numerosas pistas de tierra que existen en las Islas, y mediante paracaídas durante el día.

El Almirante Sandy Woodward, comandante de la Fuerza de Tareas Británica recordó que “la Fuerza Aérea Argentina peleó extremadamente bien y sentimos gran admiración por lo que hicieron”

- Bases argentinas y distancias a Stanley. Trelew: 580 millas náuticas, (1,070 km); Comodoro Rivadavia: 480 millas náuticas (890 km); San Julián: 425 millas náuticas (787 km), Rio Gallegos: 435 millas náuticas (806 km) y Rio Grande: 380 millas náuticas (700 km). Debido a las distancias requeridas para llegar a las Falklands, en promedio loas aviones de ataque argentinos disponían de dos minutos sobre el objetivo.