El ex embajador argentino en Israel Sergio Urribarri, que renunció a su cargo tras ser condenado a ocho años de cárcel por actos de corrupción durante su gestión como gobernador de la provincia de Entre Ríos, abandonará el edificio diplomático en el que se refugiaba, según se anunció en Buenos Aires.
Urribarri había sido procesado por Cecilia Goyeneche, quien perdió su trabajo por ese tema, aunque el caso no fue citado en las formalidades de su despido.
Después de que el presidente Alberto Fernández dijera que había aceptado la renuncia de Urribarri tras su condena por malversación de fondos y tratos incompatibles con la función pública en cinco casos diferentes, la salida de éste de la embajada fue reclamada con fuerza por la oposición. Más aún cuando el ex gobernador presidió las celebraciones del 25 de mayo en la misión de Israel.
Fernández y el ex ministro Santiago Cafiero firmaron este martes el decreto 287/2022 por el que se acepta formalmente la renuncia de Urribarri como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República ante el Estado de Israel, a partir del día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial.
Urribarri será trasladado de la Embajada de la República ante el Estado de Israel al Ministerio de Relaciones Exteriores, especificó también el documento.
Urribarri fue condenado el 7 de abril a ocho años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cualquier cargo público por actos de corrupción entre 2007 y 2015.
Goyeneche ha insinuado que su destitución fue una especie de venganza política, además de una advertencia, para evitar que algo como la condena de Urribarri vuelva a ocurrir.
Los legisladores de la oposición Juntos por el Cambio han planteado la destitución de Cafiero por la demora en retirar a un condenado de la embajada.