MercoPress. South Atlantic News Agency

Policía colombiana sospecha que “alguien cercano” estuvo detrás del asesinato del fiscal

Las autoridades colombianas están investigando el caso junto con la policía paraguaya, así como con expertos de Estados Unidos.

Los detectives que investigan en Colombia el asesinato del fiscal especial antidrogas paraguayo Marcelo Pecci sospechan que alguien “muy cercano” a la víctima estuvo detrás del letal atentado del martes contra el funcionario que estaba de luna de miel, se informó.

 “Los investigadores dicen que una persona muy cercana al fiscal habría participado en este crimen. No especifican de qué manera, pero sí sospechan de esa persona”, dijo César Chaparro, de Caracol TV.

Mientras tanto, la viuda de Pecci, Claudia Aguilera, y su hermana Mónica, llegaron el viernes de regreso a Asunción en el avión presidencial paraguayo junto a parte del grupo de fiscales que viajaron a Colombia para ayudar a las autoridades locales en la investigación.

La embajadora de Paraguay en Bogotá, Sophia López Garelli, anunció que el cuerpo de Pecci saldría el viernes de Cartagena y llegaría a Paraguay en la madrugada del sábado, lo que fue corroborado por la Secretaría de Repatriados: “La aeronave que transporta el féretro del fiscal partirá de Cartagena - Colombia, a las 15:53 del viernes 13 de mayo; haciendo escala en Panamá, de donde saldrá a las 21:00, para llegar al aeropuerto Silvio Pettirossi a las 04:00 del sábado 14 de mayo.” Según Guillermo Osorio, director general de Desarrollo Humano de la Secretaría de Repatriados, la logística se coordinó en tiempo récord, ya que estos trámites suelen tardar más.

Aguilera estaba con su marido cuando un grupo de sicarios lo mató a tiros en una playa privada de la isla de Barú. Dos asesinos ejecutaron el crimen. Las autoridades colombianas difundieron imágenes de circuito cerrado en las que se ve a uno de ellos y también publicaron un boceto del sospechoso con una recompensa de 489.391 dólares por información que conduzca a su captura. En la investigación del caso colaboran agentes de la policía paraguaya y expertos de los Estados Unidos.

Tras aterrizar en Asunción, Aguilera abandonó el aeropuerto en una caravana acompañada por una escolta policial, sin hablar con la prensa.