“Todo Cambió” es la muestra fotográfica de Graham Bound, periodista nacido en las Islas Falkland quien vivió el conflicto del Atlántico Sur en las propias Islas, con el beneficio adicional que parte de su educación fue en Uruguay.
Tiene por tanto excelente dominio del español e igualmente y hasta quizá más importante es bi-cultural, o sea criado en la tradición británica de las Islas pero también conocedor de las costumbres e idiosincrasia de ambas márgenes del Río de la Plata.
Fue entre otros logros fundador del semanario de las Falklands, Penguin News y su primer editor que coincidió en gran parte con los años de la transición timorata que planteó en su momento una Gran Bretaña despistada y vulnerable en la década del setenta donde algunos sectores políticos no descartaban la posibilidad de un traspaso de las Falklands a Argentina. Algo que el lobby de las Falklands rápidamente frustró ayudado por la incompetencia de la diplomacia británica de la época y la ansiedad incontenible argentina.
Esa colección de frustraciones y el mesianismo irreverente militar argentino todos sabemos cómo terminó, tal cual el título de la muestra de Graham, Todo Cambió. En efecto ante la posibilidad de los cambios que se aproximaban, la población declinaba, la economía se agostaba, las esperanzas se evanecían, pero con la guerra Todo cambió.
La población aumenta, la economía florece, la desesperanza se convirtió en dinamismo y hasta el persistente acoso dogmatizado argentino desde la guerra ha logrado que prospere un fuerte sentido de nación y de pueblo en las Islas.
Todo esto puede apreciarse en la muestra de Graham en los astilleros históricos de Chatham, donde uno de los viejos talleres se ha convertido en lugar de exhibiciones.
El museo me ha honrado con ser mi muestra sobre las Falklands y Todo Cambió la primera que se exhibe en una gran sala convertida a ese propósito, afirma un orgulloso Graham
La Muestra fotográfica estará expuesta hasta el 14 de junio, y en la colección de cuarenta láminas se puede apreciar cómo era Stanley ocupado por fuerzas argentinas, los combates y el desenlace. Graham trabajó con Schneideman Flow Photographic para digitalizar y restaurar muchas impresiones que habían perdido contraste por el tiempo que permanecieron guardadas. En efecto muchas de las nuevas impresiones son de negativos que nunca antes habían sido reproducidas.
Concomitantemente el astillero de Chatham tiene su propia muestra exhibiendo la contribución del complejo naval al esfuerzo de la guerra de 1982, con testimonios de personas que trabajaron en los talleres durante esos meses de apronte y apoyo. Chatham resultó muy importante para las Falklands porque era la base de operaciones de HMS Endurance, el rompehielos que jugara un papel de destaque en la recuperación de la isla de Georgia del Sur de las fuerzas argentinas. El 82 fue un año complicado para Endurance, ya que a su retorno había estado fuera del país por más de once meses.
De la misma forma los astilleros durante el conflicto eran el apostadero para la escuadra en standby, o en espera, fragatas prontas para partir al Atlántico sur a reemplazar aquellas que conformaban la Fuerza de Tareas.
DIARIO DE GUERRA DE UN ISLEÑO
Pero Graham no se ha limitado a las imágenes gráficas, también ha lanzado su último libro sobre la guerra de las Falklands, y tal el título, Diario de Guerra de un Isleño, en el cual narra los acontecimientos de la invasión, ocupación y de la propia guerra de 1982, detallando experiencias que recogía en apuntes.
Un libro original pues a pesar de la extensa literatura publicada sobre la guerra de las Falklands, poco o nada ha sido escrito durante la ocupación y posterior sitio a la capital Stanley.
Sus testimonios recogidos en cuadernos o en cualquier hoja que pudiera manotear durante el tiempo en que permanecía refugiado.
Según Graham fueron almacenados, sin tocar y sin leer por unos 39 años, previo a que los descubriera y preparara para su publicación en un libro.
Es así que entre los apuntes casi olvidados también se reencontró con las fotos sin procesar que tomó durante la ocupación argentina. Así es que cuarenta años más tarde estas imágenes únicas y fascinantes han visto la luz por primera vez.
Graham describe como los ocupantes argentinos se fueron convirtiendo cada vez más paranoicos hacia los Isleños a quienes describían como potenciales espías y/o saboteadores. Describe por experiencias personales los intentos de las fuerzas argentinas por controlar a los Isleños, los allanamientos de hogares, requisas, arrestos, interrogatorios y hasta encarcelamiento.
Empero la narración intenta ser ecuánime, para con los ocupados y ocupantes. Graham cuenta de encuentros personales con oficiales argentinos que intentaban apaciguar conflictos complicados entre los Isleños y fuerzas argentinas, quienes además demostraron humanidad cuando los civiles resultaban heridos o víctimas del conflicto.