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Boric completa gira por Argentina

Miércoles, 6 de abril de 2022 - 10:40 UTC
“Siento una profunda hermandad con el pueblo argentino. Crecí en la Patagonia. En la Patagonia no hay fronteras”, dijo Boric. “Siento una profunda hermandad con el pueblo argentino. Crecí en la Patagonia. En la Patagonia no hay fronteras”, dijo Boric.

El presidente de Chile, Gabriel Boric Font, partió este martes de Argentina, luego de un viaje oficial de dos días que marcó su primer viaje al exterior desde que asumió el cargo el mes pasado.

Por la mañana participó en un foro con empresarios de ambos países, durante el cual resaltó la importancia de fortalecer el comercio bilateral.

Ante unos 50 empresarios en el Comité Comercial Argentina-Chile, Boric señaló que “tenemos la posibilidad de iniciar un ciclo de colaboración ascendente, y cuando digo iniciar quiero tener cuidado porque no digo comenzar desde cero; es una política de Estado que estamos iniciando en nuestro mandato a partir de lo que hicieron quienes nos antecedieron”, explicó.

Según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, en 2021, cuando Chile aún gobernaba el conservador Sebastián Piñera, el intercambio comercial bilateral aumentó un 43% interanual, el más alto desde que se inició el registro en 1993. Boric también destacó que Argentina era el segundo socio comercial de su país en América Latina.

Luego, Boric visitó el Espacio Memoria y Derechos Humanos en la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el centro de detención más grande durante la dictadura militar (1976-1983). El jefe de Estado chileno se comprometió a apoyar la inclusión del edificio en la lista de sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

“Con el pueblo argentino compartimos una historia conjunta tanto de alegrías como de dolores, y para nosotros es fundamental la memoria y el respeto irrestricto a los derechos humanos”, dijo Boric.

“Vamos a seguir trabajando en eso. Si estamos hoy aquí en la presidencia de la República de Chile es gracias a quienes lucharon y cayeron antes que nosotros”, agregó.

Durante el recorrido por el complejo, que duró alrededor de 90 minutos, las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo entregaron a Boric uno de sus pañuelos blancos.

“Fue impactante”, dijo Boric después de caminar por el sitio. “Hay quienes creen que recordar esto es poner el dedo en la llaga, ¡y esto es para que no vuelva a pasar!”, argumentó Boric.

En 2015, la antigua ESMA se convirtió en el Espacio Memoria, un museo de las atrocidades cometidas allí en los años oscuros. Unos 5.000 “detenidos desaparecidos” fueron retenidos en la ESMA a fines de la década de 1970 y principios de la de 1980. Los prisioneros soportaron largas sesiones de tortura y pasaron sus días encapuchados y aislados en espacios diminutos. “Es muy fuerte ver los lugares donde las mujeres dieron a luz, en ese espacio diminuto. Fue [también] muy conmovedor”, admitió la ministra de Defensa de Chile, Maya Fernández, nieta del expresidente Salvador Allende. Boric estuvo de acuerdo.

La delegación chilena fue escoltada en la ESMA por miembros de organizaciones de derechos humanos, sobrevivientes del centro de detención y familiares de desaparecidos.

“Gracias a quienes hacen que la memoria siga siendo vital”, dijo Boric. “Alberto Fernández me dijo cómo era posible que no supieran lo que pasó aquí. Las habitaciones estaban ahí... Uno siente el horror y también la solidaridad, y la historia de las mujeres que dieron a luz en dos metros cuadrados”, dijo Boric.

Los detenidos, con las manos y las piernas encadenadas, llevaban una capucha o máscara de tela que les cubría la cara y dormían en colchones en el suelo. Como en los campos de exterminio nazis, fueron identificados con un número.

El contraste entre el interior y el exterior del edificio era brutal. La vida seguía como de costumbre al otro lado del cerco de un edificio ubicado en la icónica avenida Libertador, aunque los edificios de clase alta de la vereda de enfrente no existían en tiempos del general Videla y sus sucesores militares.

En 1998, el gobierno de Carlos Menem propuso la demolición de la ESMA, en un intento de pasar las páginas de los horrores de la dictadura y “relegar los enfrentamientos de nuestra historia reciente”. Pero los familiares de las víctimas lograron detener el plan en los tribunales, argumentando que podría haber pruebas de tortura y asesinatos aún bajo investigación.

El mandatario chileno también se comprometió a “fomentar la colaboración con el Museo de la Memoria de Santiago y con las regiones. Queremos que esa memoria atraviese las capitales. Y trabajaremos para promover los derechos humanos en todo el continente”, agregó. El Museo de la Memoria de Chile no está ubicado en un lugar donde realmente fueron torturados los detenidos. De ahí el impacto que sintió la delegación chilena en la ESMA.

Posteriormente, Boric visitó el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, donde se exhiben pinturas del artista argentino Ernesto Deira, luego de ser entregadas por la Universidad de Chile tras 50 años de custodia.

Deira murió en 1986 en París creyendo que sus cuadros habían sido destruidos por orden del dictador Augusto Pinochet luego del golpe de Estado de 1973. Las siete pinturas estarán en exhibición durante tres años antes de ser devueltas a la familia de Deira.

Boric también se reunió el lunes por la noche con parlamentarios argentinos y con jueces de la Corte Suprema. Pero la vicepresidenta, y titular del Senado, Cristina Fernández de Kirchner no concurrió. Sí lo hizo el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien obsequió a Boric una camiseta de fútbol.

Sobre su elección de Argentina como primer destino, Boric subrayó que “tenemos una frontera compartida enorme pero también por un tema de trayectoria personal, siento una profunda hermandad con el pueblo argentino. Crecí en la Patagonia. En la Patagonia no hay fronteras”, dijo el presidente nacido en Punta Arenas.

Boric también abordó su enfoque de diálogo en el conflicto mapuche y descartó que los reclamos indígenas puedan poner en entredicho la integridad territorial de Argentina. “Este no es un tema que tenga que ver con la soberanía territorial argentina, es un tema... de un conflicto entre el Estado chileno y el pueblo nación mapuche. Y eso no lo vamos a ignorar”. Sus declaraciones se produjeron luego de que la ministra del Interior, Izkia Siches, causara revuelo en Argentina por utilizar el término mapuche Wallmapu, que se refiere a los territorios reclamados por los indígenas a ambos lados de los Andes.