Adultos mayores venezolanos marcharon este miércoles por la Plaza de La Moneda de Caracas, no lejos del Palacio presidencial de Miraflores, para lanzar un mensaje de SOS, ya que apenas pueden sobrevivir con sus mensualidades.
Carlos Julio Rivera, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores Jubilados del Instituto Venezolano de Seguridad Social explicó que el salario mínimo y pensión era de 7 bolívares mensuales (menos de US$ 2), de muy poca ayuda frente a “la canasta básica de alimentos que cuesta alrededor de US$ $700 al mes.
“En este país con tanta riqueza tenemos el peor salario del mundo entero. Hacemos un llamado de SOS al mundo para que nos ayude”, señaló Rivera. Añadió que “quien compre la bolsa de alimentos que vende el gobierno no puede comprar tratamientos médicos… y no puede tener ningún tipo de recreación”.
Rivera insistió en que según la constitución, el salario mínimo debe ser de 700 dólares, que es el costo de la canasta básica porque el artículo 91 de la Constitución dice que para aumentar el salario mínimo se tomará como valor el costo de la canasta básica como referencia y que esa cifra “debe ser el salario mínimo de todos los trabajadores de este país”.
Desde que Nicolás Maduro asumió la presidencia en mayo de 2013 hasta mayo de 2021, el salario mínimo cayó un 97,2%, lo que ha colocado los ingresos de los venezolanos por debajo del resto de los latinoamericanos y también de muchas naciones empobrecidas de África, según economistas locales.
Rivera señaló asimismo que la protesta no es solo por el salario sino también por el derecho a la salud y a hospitales equipados, ya que actualmente no tienen medicamentos y no brindan asistencia a personas que no tengan un teléfono inteligente. También instó a las autoridades del Seguro Social a dejar de cobrar a la gente por algo que no dan.
Otro manifestante, Carlos Segundo, de 84 años, criticó al gobierno de Maduro por no escuchar a las personas que exigen salarios dignos y salud de calidad. No queremos limosnas. El mundo tiene que darse cuenta de que existimos y de que estamos sufriendo. Estamos peor que África”.
Una paciente oncológica que también participó en las manifestaciones dijo que necesitaba radioterapia pero que no la obtendría si no podía pagar entre US$ 3.500 o 5.000. Emma Peña explicó además que en el hospital de Llanito había 5 máquinas de radioterapia, pero solo una funcionaba, mientras el gobierno gastaba millones en “cosas que no nos interesan”.
Luis Cano, del movimiento Frente Amplio de Jubilados y Pensionados, afirmó que “ante la mirada indiferente del Estado, decidimos salir a las calles para exigir que se cumpla la constitución”.
“El próximo martes 15 vamos a ejercer el derecho a la protesta pacífica pero contundente, porque decidimos que si nos vamos a morir de hambre en nuestras casas, nos vamos a morir en las calles luchando por nuestros derechos”.
(Fuente: ANSA)