El gobierno de Austria finalmente ha dispuesto un confinamiento obligatorio a nivel nacional para todos los no vacunados contra COVID-19, a partir del 15 de noviembre. Según Our World in Data, el 63,40% de los austriacos han sido completamente inmunizados contra la enfermedad.
La situación es grave, no dimos este paso porque sí, pero lamentablemente es necesario, dijo el canciller Alxander Schallenberg.
La tasa de vacunación de Austria está por debajo de la media de la Unión Europea del 66,16%. La vecina Italia tiene una tasa del 72,51% y Alemania, del 66,91%.
De acuerdo con esta medida, las personas mayores de 12 años que no hayan sido vacunadas contra el COVID-19 o no se hayan recuperado en los últimos 180 días no podrán salir de sus hogares salvo por razones esenciales como comprar alimentos, hacer ejercicio o buscar atención médica. A los no vacunados ya se les prohibía la entrada a restaurantes o instalaciones deportivas y peluquerías. Lo nuevo ahora es que también se limitan al suministro de bienes básicos para el día a día a la hora de comprar, se anunció. Los niños menores de doce años y las mujeres embarazadas no están sujetos a las restricciones.
Los austriacos no vacunados también podrán asistir a servicios religiosos y a escuelas o universidades. También se les permitirá ir a un centro de vacunación. En Alta Austria, Salzburgo y Viena, existen restricciones adicionales.
En las escuelas, todos los estudiantes, incluidos los que han sido vacunados y los que se han recuperado del COVID-19, deben someterse a una prueba (incluida una PCR) tres veces por semana. Tanto docentes como alumnos en los niveles superiores deben usar mascarillas faciales.
Para garantizar el cumplimiento de las normas, las autoridades austriacas llevarán a cabo controles aleatorios durante los próximos 10 días. Además, Viena comenzará a vacunar a niños de entre cinco y 11 años, y ya se han concertado más de 5.000 citas a pesar de que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aún no ha recomendado la aplicación de ningún agente inmunizante para este grupo de edad.
Austria ha registrado casi 950.000 casos desde el inicio de la pandemia, con alrededor de 175.000 (18,4%) solo en los últimos 28 días y 11.706 muertes. El país estableció un récord de contagios la semana pasada, con 52.906 casos en siete días, además de 145 muertes, la cifra más alta desde principios de mayo.