El exoficial del Ejército Argentino Carlos Cialceta, procesado por crímenes de lesa humanidad cometidos en 1976, fue capturado en la ciudad de Salta durante una redada de Gendarmería Nacional. El fugitivo estaba escondido en un armario.
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, hizo el anuncio la mañana del viernes a través de su cuenta de Twitter.
El Teniente Coronel del Ejército retirado era buscado por las autoridades judiciales por un secuestro, tortura y asesinato cometido en 1976, cuando se desempeñaba en el Regimiento de Infantería de Tartagal.
Cialceta fue puesto bajo custodia en el cuartel de Gendarmería Nacional de la zona.
El 12 de abril la jueza federal Mariela Giménez había emitido una orden de arresto en su contra, a pedido de la fiscalía.
La pareja de Cialceta había declarado que el imputado ya no vivía allí y que se desconocía su paradero. Pero siete meses después, las autoridades fueron avisadas por alguien que pidió que se protegiera su identidad sobre la posible localización del fugitivo.
“Teniendo en cuenta el contexto histórico en el que ocurrieron los hechos investigados, es indiscutible que el Regimiento de Infantería Monte 28, con sede en Tartagal, participó en la denominada lucha contra la subversión, [y] su máxima autoridad en la cadena de mando - General Héctor Ríos Ereñú - habiendo sido condenado como mediador del secuestro y posterior asesinato de René Santillán...”, sostienen los documentos judiciales.
La fiscalía considera que el acusado había utilizado la estructura estatal para cometer delitos que por su entidad son considerados de lesa humanidad y dada la magnitud de la posible condena, el acusado planteaba efectivamente un riesgo de fuga.