El exsecretario de Estado de los Estados Unidos, Colin Powell, primer afroamericano en ocupar ese cargo, murió este lunes de complicaciones luego de un diagnóstico de COVID-19. Tenía 84 años.
Se informó que el General Powell, quien sirvió bajo el mandato del presidente George W. Bush, estaba completamente vacunado contra COVID-19.
“El general Colin L. Powell, exsecretario de Estado de los Estados Unidos y Jefe del Estado Mayor Conjunto, falleció esta mañana debido a complicaciones del COVID-19. Estaba completamente vacunado”, explicó la familia a través de un comunicado.
Powell fue el primer afroamericano en ocupar el cargo de Jefe del Estado Mayor Conjunto, antes de convertirse en titular de la diplomacia estadounidense.
“Queremos agradecer al personal médico del Centro Médico Nacional Walter Reed por su atento tratamiento. Hemos perdido a un marido, un padre, un abuelo y un gran estadounidense extraordinario y amoroso”, prosiguieron los familiares.
Powell nació en la ciudad de Nueva York y se unió al ejército después de graduarse en la Universidad local. Ascendió en las filas del ejército hasta convertirse en asesor de seguridad nacional del entonces presidente Ronald Reagan. Más tarde fue nombrado Jefe del Estado Mayor Conjunto, el nombramiento militar de más alto rango en el Departamento de Defensa.
En 1991, cuando era el máximo oficial militar, el presidente George Bush padre ordenó que Estados Unidos encabezaría una fuerza multinacional para expulsar a las tropas iraquíes del vecino Kuwait.
Pero en 2003 era el jefe de la diplomacia del país cuando bajo el mando del Presidente George W. Bush (hijo) de 2001 a 2005 y tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 se ordenó la invasión de Estados Unidos a Irak y Afganistán.
En ese conflicto, Powell desempeñó un rol clave al justificar la medida estadounidense sobre la suposición der que el líder iraquí Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva que representaban una amenaza inminente para la paz mundial. El 5 de febrero de 2003, Powell se dirigió al Consejo de Seguridad de la ONU, promoviendo el caso de guerra que buscaba el presidente George W. Bush y funcionarios clave de su administración, incluido el vicepresidente Dick Cheney.