El presidente de los Estados Unidos, Joseph Biden, promulgó este jueves un proyecto de ley de financiación del gobierno, horas después de que el Congreso lo acordara en una carrera de último momento para evitar el cese de operaciones.
En ausencia de un proyecto de ley de gastos, el gobierno federal enfrentaba un un posible cierre a partir de este viernes. Pero las maniobras políticas del jueves lo mantendrán funcionando al menos hasta el 3 de diciembre.
La Cámara de Representantes y el Senado aprobaron una medida de financiamiento por la mañana por 254 a 175 y 65 a 35 votos respectivamente, sobreviviendo así al plazo límite de de la medianoche.
Los cierres gubernamentales son ocasionados por brechas de financiamiento durante las cuales las agencias del gobierno federal dejan de operar parcial o totalmente. Ocurren cuando no se aprueba una legislación de financiamiento para el próximo año fiscal o al menos de manera temporal, como el caso de las medidas adoptadas el jueves.
Estamos muy, muy orgullosos de esta legislación, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Es algo extraordinario pensar en todas las cosas que podemos hacer trabajando juntos por la gente. El jueves temprano, el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York, habló de un rayo de esperanza. Agregó que “este es uno de los mayores problemas que nos ha enfrentado en los últimos tiempos, asegurarnos de que el gobierno se mantenga abierto, y ahora podemos estar seguros de que lo hará”.
A principios de esta semana, el Senado había bloqueado la versión de la Cámara de Representantes del proyecto de ley en una votación de procedimiento debido a la oposición republicana a extender el techo de la deuda. Por razones puramente políticas, querían que fueran los demócratas quienes lo aprobaran por su cuenta.
El Departamento del Tesoro estima que el límite de deuda se alcanzará el 18 de octubre, según una carta que la secretaria Janet Yellen envió a Pelosi el martes. Es importante recordar que las estimaciones sobre cuánto tiempo pueden durar nuestras medidas extraordinarias restantes y el efectivo pueden cambiar de manera impredecible hacia adelante o hacia atrás, escribió Yellen.
El atasco en las negociaciones parlamentarias es el resultado de un enfrentamiento entre demócratas moderados y sus colegas más progresistas, junto con la firme decisión de Biden de no permitir que su reforma gubernamental de $ 3.5 billones colapsara.
Se dice que los demócratas están al borde de un revés vergonzoso si no pueden superar su enfrentamiento sobre el esquema de Biden. Por el momento, el resultado del jueves fue una victoria parcial para el partido gobernante, mientras Biden intenta reescribir los planes de impuestos y gastos de la nación con una escasa mayoría en el Congreso.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, admitió que el proceso parecía desprolijo desde el exterior.
A medida que se acercaba el fin del año fiscal, el Congreso votó el jueves una provisión de fondos para evitar un cierre del gobierno federal, cuyas operaciones proseguirán por el momento, pero solo hasta el 3 de diciembre, lo que significa que aún están por llegar más negociaciones parlamentarias. El debate sobre el techo de la deuda se traslada a octubre, antes de otra fecha límite en la que -como se indicó- el Departamento del Tesoro advirtió que se acabaría el dinero para pagar facturas pasadas.
Biden ha insistido en que los programas de expansión de su gobierno se pagarían en gran medida con impuestos más altos para las corporaciones y los ricos: empresas que ganan más de US $ 5 millones al año e individuos que ganan más de US $ 400,000 al año, o US $ 450,000 para parejas.