La ministra de Salud de Argentina, Carla Vizzotti, admitió este domingo que la nueva variante del SARS-CoV-2 llamada “Mu” y que se detectó por primera vez en Colombia estaba siendo vigilada de cerca, aunque la versión Delta, ahora más común, sigue siendo la principal fuente de preocupación.
La funcionaria también insistió en que los esfuerzos del Gobierno se centran en la campaña de vacunación para que las fronteras pudieran reabrirse lo antes posible.
Argentina tuvo que dar marcha atrás por cuestiones sanitarias en su decisión de restablecer la circulación en los puentes fronterizos hacia y desde Uruguay, que había sido anunciada para este 6 de septiembre.
”En la región hay una mirada atenta (hacia la variante mu) en relación a dónde aparece y la velocidad de su transmisibilidad, dijo Vizzotti a la agencia EFE en Roma, donde participará en la Cumbre del G20 de Salud del lunes, organizada bajo la presidencia rotatoria de Italia.
Es una posición firme la que también aporta Argentina al G20: mientras todos los países no se pongan de acuerdo para vacunar a sus poblaciones se corre el riesgo de que surjan nuevas variantes y que lo logrado retroceda, dijo.
De ahí el compromiso de Argentina de acelerar la producción de vacunas y mejorar el acceso para todos los países, prosiguió. En Argentina, el 65% de la población objetivo ya ha sido vacunada con al menos una dosis y algo más del 35% ha completado el ciclo.
La intención es seguir ampliando este porcentaje antes de reabrir al turismo extranjero y llegar al menos al 45-50% de la población inmunizada, mientras se comienza a vacunar a los mayores de 12 años.
Vizzotti dijo además que en Argentina se comienzan a organizar eventos masivos, crece el turismo interno y los estudiantes se replantean los viajes de fin de curso, que habían sido una actividad que había reportado numerosos casos de propagación del coronavirus.
El turismo extranjero es el siguiente paso, prosiguió. También explicó que la variante Delta “no era predominante” en el país y que estaba bajo control, pero aún era necesario “ganar tiempo para completar los planes de vacunación antes de permitir los flujos externos.
Vizzotti dijo además que confía en que entre septiembre y octubre Argentina pueda cumplir la meta de llegar al menos al 45% de la población con la terapia completa y dependiendo de la cobertura de vacunación y la situación epidemiológica de los demás países será posible hablar de la apertura paulatina y cuidadosa de las fronteras.
Argentina ha crecido mucho en vacunación, ha alcanzado la capacidad de inocular entre 9 y 10 millones de dosis mensuales, pero también ha trabajado para controlar el COVID-19 con otras acciones, como fortalecer el sistema de salud, aumentando entre otras cosas en un 60% el número de ventiladores en hospitales modulares en ubicaciones estratégicas.
El manejo argentino de la pandemia y la necesidad de que los países sigan colaborando internacionalmente para controlar su propagación serán algunos de los temas que la ministra Vizzotti traerá a la reunión ministerial del G20, un mes antes de la cumbre de líderes en Roma.
La ministra destacó la importancia de que esta G20 Salud sea presencial y que es una prioridad alcanzar el acceso equitativo y oportuno a los métodos de diagnóstico, tratamientos y vacunas es muy relevante para responder a esta pandemia.
El sábado Vizzotti también conversó en la capital italiana con el secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Xavier Becerra, sobre la importancia de fortalecer la región de las Américas, y con el ministro de Salud italiano, Roberto Speranza.