El aeropuerto de Kabul fue escenario este lunes de tumultos y disparos que causaron varias muertes ante la desesperación de afganos y extranjeros por huir de un país que desde el domingo está nuevamente bajo control de los talibanes tras 20 años.
Soldados estadounidenses custodiaban la pista de aterrizaje y dispararon tiros de advertencia mientras intentaban mantener el área segura en medio del caos que resultó en al menos siete muertes, según informes de prensa.
La Autoridad de Aviación Civil de Afganistán anunció que el sector civil del aeropuerto estaba cerrado hasta nuevo aviso. Varias aerolíneas, incluidas United, British Airways, Virgin Atlantic y Lufthansa, dijeron que evitarían volar en el espacio aéreo afgano, mientras que Emirates y Pakistan International Airlines anunciaron que suspenderían los vuelos a Kabul.
Por otro lado, combatientes talibanes patrullaron las calles de Kabul el lunes luego de sus avances en los que barrieron la mayor parte del país en poco más de una semana.
Según informes, los talibanes planeaban nombrar rápidamente un gobernador en Kabul para vigilar las instalaciones oficiales en toda la ciudad, mientras que los residentes locales confirmaron que los delegados talibanes visitaron varias oficinas gubernamentales y hospitales para persuadir a la gente de continuar con sus funciones.
Amir Khan Muttaqi, un alto líder talibán y miembro de la oficina política del grupo con sede en Doha, también llegó a la capital afgana, donde su delegación se reunió con el ex presidente Hamid Karzai y Abdullah Abdullah, jefe del Consejo de Reconciliación Nacional Afgano.
Estamos en contacto con los líderes del respetado movimiento Talibán Islámico, dijo Karzai en un comunicado en video conjunto con Abdullah posterior a la reunión publicado en la página oficial de Facebook del ex presidente. Las conversaciones fueron positivas y la cooperación entre las dos partes es muy buena, agregó Karzai.
Esperamos que las charlas que hemos tenido con ellos resulten útiles, dijo Abdullah.
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, justificó la retirada de sus fuerzas de Afganistán y se responsabilizó de las decisiones tomadas al respecto. Soy presidente de los Estados Unidos de América, y la responsabilidad es mía, dijo Biden el lunes. “Estoy profundamente entristecido por los hechos que enfrentamos ahora. Pero no me arrepiento de mi decisión de poner fin a la guerra de Estados Unidos en Afganistán.
Biden también reconoció que la marcha de los talibanes hacia Kabul se desarrolló más rápido de lo que anticipamos. Añadió que las tropas estadounidenses no pueden, y no deben, luchar en una guerra y morir en una guerra, que los afganos no están dispuestos a pelear por sí mismos.
“Les dimos todas las oportunidades para determinar su propio futuro. Lo que no pudimos brindarles fue la voluntad de luchar por ese futuro”, continuó Biden.
Después de casi dos décadas de guerra, las tropas estadounidenses se han retirado del país, provocando el caos y permitiendo que resurja el grupo fundamentalista islámico de los talibanes.
Biden también explicó que la demora en la emisión de visas a las decenas de miles de ex intérpretes y contratistas que ayudaron a las fuerzas estadounidenses fue en respuesta a una solicitud del depuesto gobierno afgano, que esperaba evitar el pánico. Biden insistió en que muchos afganos esperaron para solicitar visas con el anhelo de que el gobierno de su país permaneciera en el poder.
El presidente de Estados Unidos también señaló que el conflicto de Afganistán había evolucionado de una misión antiterrorista después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 a un ejercicio de construcción nacional que consumía demasiados recursos.
Al presentar sus propias acciones como el cumplimiento de su promesa de campaña de poner fin a la guerra, Biden reprendió implícitamente a los generales estadounidenses que convencieron a sus predecesores de expandir el esfuerzo bélico, a menudo con afirmaciones optimistas sobre la situación en el terreno.
Ahora soy el cuarto presidente estadounidense que preside una guerra en Afganistán, dijo Biden. “No pasaré esta responsabilidad a un quinto presidente. No engañaré al pueblo estadounidense afirmando que un poco más de tiempo en Afganistán hará una diferencia.
La administración del ex presidente de Estados Unidos Donald Trump firmó el acuerdo de 2020 con los talibanes para retirarse de Afganistán en mayo de 2021. El acuerdo también permitió la liberación de 5.000 prisioneros, muchos de ellos con vínculos con grupos terroristas como el Estado Islámico y Al Qaeda. Su decisión de no involucrar a los líderes afganos en las negociaciones desmoralizó y deslegitimó al ahora derrocado gobierno afgano.
El expresidente, que criticó a Biden a principios de este año por no ceñirse a su anterior cronograma de retiro, emitió una serie de declaraciones el lunes atacando la incompetencia de su sucesor y afirmando que habría hecho un mejor trabajo evacuando a los civiles afganos a un lugar seguro.
En una señal de los vientos políticos cambiantes, el Comité Nacional Republicano eliminó el lunes silenciosamente una sección de su sitio web que había alabado a Trump por su histórico acuerdo de paz con los talibanes.
Los 6.000 efectivos desplegados por Estados Unidos en Kabul durante el fin de semana tienen la tarea de evacuar a los ciudadanos estadounidenses y al personal de la embajada, una medida que parecía, por el momento, dejar varados a decenas de miles de afganos vulnerables que sirvieron junto a las fuerzas estadounidenses.
El caos en el aeropuerto el lunes llevó al Pentágono a desplegar 1.000 soldados adicionales este el lunes, lo que eleva el total a 7.000.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo el lunes que Estados Unidos daría refugio a 30.000 afganos vulnerables, aunque su transporte en avión solo está comenzando.