El apoyo de la ciudad uruguaya de San Javier al Ejército Soviético en la Batalla de Stalingrado se exhibe desde este último fin de semana en un edificio histórico de Fray Bentos.
San Javier, fundada hace más de un siglo por inmigrantes rusos en el departamento uruguayo (provincia) de Río Negro, contribuyó con el el ejército soviético en su lucha contra las tropas nazis en Stalingrado durante la Segunda Guerra Mundial.
Prueba de ese apoyo son los elementos como fotografías y documentos recopilados en una exposición denominada 'San Javier, una historia solidaria en la Segunda Guerra Mundial' en el Museo de la Revolución Industrial (lo que antes era la planta productora de carne Anglo) en la capital departamental, Fray Bentos.
La asistencia consistió en ropa de abrigo, dinero y cartas de aliento, además de otros suministros básicos. Estamos hablando de una ola de solidaridad tanto de los rusos étnicos de San Javier, como de los uruguayos en general, dijo Sergey Brilev, presidente de la ONG Instituto Bering-Bellingshausen para las Américas durante la ceremonia inaugural este fin de semana.
Brilev, reconocido periodista y presentador de televisión ruso, también destacó que, a pesar de no haber participado militarmente en la Segunda Guerra Mundial, Uruguay producía 'carne en conserva' en el frigorífico Anglo, cuyo sitio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2015, para alimentar las fuerzas aliadas.
“Esa 'carne en conserva' uruguaya constituía el 15% de los suministros aliados de carne en conserva a la Unión Soviética, que allí, a orillas del río Volga, básicamente decidió el destino de la Segunda Guerra Mundial”, señaló.
En tanto, el embajador de Rusia en Uruguay, Andrei Budáev, recordó que la exposición está dedicada a una de las batallas más importantes y sangrientas de la Gran Guerra Patria (1941-1945 en la URSS).
Es muy importante preservar la verdad histórica, especialmente cuando hay intentos de algunas fuerzas políticas de reescribir la historia, glorificar el nazismo, disminuir el papel decisivo del Ejército Soviético y la Unión Soviética en la derrota final del nazismo. Por eso es nuestro deber y nuestra obligación transmitir la verdad a las nuevas generaciones, a nuestros hijos y nietos, para que nunca permitan que una tragedia de tal magnitud se repita en la historia de la humanidad”, prosiguió.
El alcalde de Río Negro, Omar Lafluf, dijo que la cooperación que se dio desde Uruguay en la batalla de Stalingrado, especialmente desde la colonia rusa de San Javier, es un orgullo para la región. Agregó que el frigorífico Anglo es el mayor orgullo que tenemos porque en esa fábrica se produjo comida para los ejércitos de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, Lafluf admitió que la ayuda de Uruguay a la URSS durante la batalla de Stalingrado era un hecho nuevo que las autoridades regionales no conocían hasta ahora.
El curador de la muestra es el escritor uruguayo y exdirector de la Biblioteca Nacional Raúl Vallarino, quien también señaló que existe un desconocimiento, incluso de las nuevas generaciones, sobre la ayuda solidaria del pueblo de San Javier a los combatientes de la Batalla de Stalingrado. Esta exposición viene a llenar un déficit en el conocimiento de lo que realmente sucedió, porque allí estábamos todos luchando por el mundo libre, dijo a la agencia de prensa rusa Sputnik.
Según Vallarino, la ayuda solidaria que envía la comunidad rusa de San Javier es algo que hay que mostrar y conocer, porque nadie lo sabía, al menos en Uruguay.
Vallarino también subrayó que se desconocía que [la carne en conserva] venía de aquí, porque cuando salió esa cantidad enorme, Estados Unidos cambió la etiqueta y la puso como hecha en Estados Unidos, pero se hacía aquí, en Uruguay; al menos la mayor parte.
Mauro Delgrosso, Director del Museo de la Revolución Industrial en Fray Bentos, dijo a Sputnik que la exposición nos muestra la realidad de lo cruda que fue la guerra, algo que no sucedió aquí, donde había, sin embargo, una conexión de producción que Llegó de esta fábrica a esos rincones del mundo tan maltrechos, y eso nos llena hasta cierto punto de orgullo”.
El director general de la Comisión del Patrimonio Uruguayo, William Rey, describió que cree que “es muy importante siempre construir relaciones, especialmente con países que nos han legado a los colonos, que nos han legado la cultura y que nos han permitido tener verdaderos reservorios de cultura de otros países”.
En el caso de los inmigrantes rusos, agregaron nuevos conocimientos e “incluso prácticas culturales productivas: la presencia del girasol, la presencia de formas de trabajar la tierra...”. (Fuente: Sputnik)