Wuhan, la ciudad china donde comenzó la pandemia de coronavirus a fines de 2019, vuelve a ser el centro de atención luego de la decisión de las autoridades sanitarias locales de testear a toda la población ante el surgimiento de un nuevo brote tras 14 meses sin casos de transmisión nacional.
Con la llegada de la variante Delta, varias regiones chinas están nuevamente bajo severas restricciones. Wuhan, donde todo comenzó, anunció este martes que someterá a sus 12 millones de habitantes a testeos para detectar covid-19, luego de la confirmación de los primeros casos de contagio doméstico de la cepa Delta.
Después de que no hubiera infecciones locales desde mediados de mayo del año pasado, las autoridades confirmaron la presencia de casos de Delta el lunes, mientras que la variante también se ha detectado durante la última quincena en algunas provincias y ciudades importantes chinas, incluida Beijing.
Las pruebas de ácido nucleico se implementarán rápidamente en toda la ciudad para que todos puedan identificar resultados positivos e infecciones asintomáticas, dijo Li Qiang, un funcionario del gobierno de la ciudad de Wuhan.
Las infecciones se detectaron entre trabajadores migrantes después de aproximadamente 14 meses sin contagio local, luego de un confinamiento drástico a principios de 2020.
A medida que se difundió la noticia, los residentes de Wuhan vaciaron los estantes de los supermercados en preparación para una inminente cuarentena, en medio de recuerdos recientes de 76 días en 2020 cuando la ciudad quedó aislada del resto del mundo.
Las autoridades de Wuhan también publicaron en las redes sociales este martes que las tiendas se habían comprometido a mantener estables los precios y las cadenas de suministro.
China se ha enfrentado al mayor brote de coronavirus en su territorio en meses. Las autoridades han confinado a habitantes de la ciudad entera en sus hogares, interrumpido las conexiones de transporte e implementado pruebas masivas, mientras que la variante Delta más transmisible desafía la estrategia anti-covid-19 del país.
Beijing ha exhibido al mundo su pronta recuperación del coronavirus junto con el resurgimiento de su economía, mientras la enfermedad hacía estragos en el resto del planeta, donde dejó más de 4 millones de muertos. Pero este éxito se pone a prueba con la aparición de un nuevo brote con más de 400 casos domésticos desde mediados de julio, cuando un grupo de limpiadores del aeropuerto de Nanjing en la provincia de Jiangsu contrajo covid-19.
Las autoridades locales creen que la variante probablemente llegó a la región en un vuelo desde Rusia. La nueva ola de infecciones ha generado casos en más de 20 ciudades en más de una docena de provincias.
El famoso destino turístico de Zhangjiajie en la provincia de Hunan, famoso por sus montañas en forma de pilares que inspiraron la película Avatar, anunció abruptamente este martes que nadie podía salir de la ciudad, después de que se impulsara a los visitantes a hacerlo durante más de una semana.
Las principales ciudades, incluida Beijing, ya han examinado a millones de residentes, acordonaron complejos residenciales y pusieron en cuarentena a los contactos cercanos de las personas infectadas.