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Argentina es el segundo peor país en términos de inversión extranjera directa

Lunes, 2 de agosto de 2021 - 09:58 UTC
Norwegian y Air New Zealand se encuentran entre las empresas que han levantado sus operaciones en Argentina Norwegian y Air New Zealand se encuentran entre las empresas que han levantado sus operaciones en Argentina

El pobre desempeño de Argentina en el siglo XXI en lo que respecta a la inversión extranjera directa solo es superado por el de Venezuela, informó este domingo Infobae.

 Según los últimos datos de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), las entradas de efectivo desde el exterior hacia Argentina se desplomaron un 38% en 2020 a apenas US $ 4.100 millones.

A nivel mundial, los flujos de IED cayeron un 35% a $ 1 billón, frente a $ 1,5 billones en 2019.

Desde 2020, muchas empresas extranjeras ya se han ido de Argentina, algunas de ellas tras las restricciones de la pandemia de coronavirus sumadas a la inestabilidad macroeconómica y una falta total de reglas claras. Pero muchas ya habían estado analizando la alternativa durante bastante tiempo.

Un estudio de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard publicado la semana pasada mostró que después de 20 años en el país muchas empresas han optado por mudarse a Uruguay debido al éxodo de profesionales y empresas.

Según un informe de First Capital Group citado por Infobae, se han producido al menos 32 operaciones y/o anuncios en los que un grupo multinacional decide cerrar y/o vender su operación o unidad de negocio local en Argentina desde agosto de 2019. Han abandonado definitivamente el país las aerolíneas LATAM, Norwegian y Air New Zealand; la empresa de autopartes Saint Gobain Sekurit; la cadena de supermercados Walmart y la cadena minorista Falabella; además de la marca de ropa deportiva Nike, entre otros.

“En 2010, Argentina tenía un stock de inversión extranjera directa de alrededor de USD 85.000 millones y al cierre de 2019 se había reducido al equivalente a USD 69.170 millones. La IED extranjera en 10 años creció 70% en el mundo, mientras que en Argentina cayó más de un 19%”, dijo a Infobae el economista Marcelo Elizondo.

Mientras que entre 2000 y 2019 la IED creció un 394% en todo el mundo, pasó de un stock de USD 7,3 billones a USD 36,4 billones, en Argentina apenas creció un 2% en casi 20 años.

Según el informe de la UNCTAD, Argentina “muestra una evolución casi nula en el stock entre 2000 y 2019 a pesar de la dinámica mundial”.

Además, entre los diez países con peor desempeño, grupo liderado por Venezuela, Argentina es el que tiene el mayor stock nominal de IED, lo que lo convierte en el país más relevante entre los que han tenido una mala evolución en términos de inversión extranjera directa.

Los datos de 2020 son recientes y no forman parte de este informe, pero indican que Argentina recibió IED por US $ 4.100 millones. En 1998, se recibieron inversiones por valor de más de 20.000 millones de dólares estadounidenses.

“La cifra de 2020 representa solo el 1,1% del PIB, ubicándose entre los países que menos IED recibe de la región. Solo Perú se desempeñó peor que Argentina, con una IED del 0,5% de su PIB.

Por otro lado, Uruguay lidera con una proporción del 4,7% del PIB”, señala un informe publicado por la Fundación Libertad y Progreso, que también destaca que la situación se agrava cuando se compara con la IED de 2019, previa a la pandemia, ya que todos los países de la región, incluido Perú, tuvieron proporciones de IED mucho más altas en relación a su PIB, frente al magro 1,5% de Argentina.

“Las dificultades de Argentina para recibir inversiones ya existían incluso antes de la llegada del Covid-19”, dijo el economista Iván Cachanosky. “Argentina es un país poco competitivo y que no da señales de corregir su rumbo”, agregó.

En su informe de 2020, la UNCTAD afirmó que Argentina experimentó un cierre prolongado del sector industrial, lo que provocó una caída en la formación de capital fijo y una caída del 10% en la economía. “Estas contracciones complicaron aún más las condiciones de financiamiento para el país, que finalmente dejó de pagar su deuda externa. El entorno desafiante tuvo un impacto importante en la IED: las nuevas inversiones se retrajeron un 45% y las ganancias reinvertidas cayeron un 22%. A su vez, las operaciones de fusiones y adquisiciones registraron una desinversión de 290 millones de dólares después de que los principales inversores internacionales vendieran sus activos”. (Fuente: Infobae)