El Gobierno de Uruguay anunció este viernes un aumento en el precio de los combustibles a partir del 31 de julio. Es la tercera alza en menos de dos meses.
Un litro de gasolina súper costará UY $ 70,81 pesos (US $ 1,62 dólares), lo que representa un alza de 7,6%, mientras que el diesel se venderá a UY $ 50,7 (US $ 1,16 dólares), un ajuste del 11%.
La medida se produjo en medio de una subida sostenida del precio del petróleo, según el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, quien también señaló que el presidente Luis Lacalle Pou había optado por aplicar el Precio de Paridad de Importación (PPI) y el sobrecosto de la empresa estatal Ancap, valorado en UY $ 2,97 (US $ 0,07).
Paganini explicó además que los aumentos se han aplicado en fases debido a las consecuencias sociales y económicas provocadas por la pandemia del covid-19.
Sin embargo, no se producirá ningún incremento en el precio del supergás, que es fundamental en muchos hogares para cocinar y calefaccionar.
El 7 de junio, el combustible aumentó un 12%, seguido de un ligero aumento el 1 de julio.
Tanto los partidos de oposición como las organizaciones sindicales han expresado sus objeciones a ambos aumentos. En el país todo sube, menos los salarios, criticó la exdiputada y líder del Frente Amplio, Ivonne Passada, mientras que el legislador izquierdista Gerardo Núñez calificó la medida como un castigo para el bolsillo del pueblo uruguayo.
La ministra de Economía, Azucena Arbeleche, quien acompañó a Paganini durante la formulación de los anuncios, subrayó el sistema transparente que ahora utiliza el Gobierno para ajustar sus tarifas y denunció que, entre 2014 y 2019, ANCAP había sufrido sobrecostos que fue asumidos por todos los uruguayos.