El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, vetó este lunes un proyecto de ley que facilitaba el acceso a medicamentos orales contra el cáncer, con el argumento de que podría comprometer el mercado por su falta de “previsibilidad”, se informó.
La propuesta había sido aprobada por el Congreso a principios de este mes y tenía como objetivo reducir los requisitos para que los planes de salud cubrieran los tratamientos orales contra el cáncer.
Los vetos presidenciales deben ser analizados por los parlamentarios, quienes pueden mantenerlos o descartarlos.
En julio, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley por 388 votos contra 10. En la Cámara Alta, la propuesta del senador Reguffe (Podemos-DF) fue aprobada por unanimidad en 2020 por los 74 senadores presentes.
Según el Ejecutivo, la redacción podría poner en peligro el mercado de planes de salud por no observar aspectos como previsibilidad, transparencia y seguridad jurídica, se informó. También podría crear discrepancias en el tratamiento de las tecnologías y, en consecuencia, en el acceso de los beneficiarios al tratamiento que necesitan.
Hasta ahora, los planes de salud deben cubrir medicamentos de tratamiento domiciliario solo aprobados por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) y por la Agencia Nacional de Salud Complementaria (ANS), que regula los planes y seguros médicos, pero este último en la práctica requiere más de un año para revisar la lista de medicamentos que los planes deben pagar.
Según el texto que Bolsonaro se negó a promulgar, se eliminaría el requisito de incluir el medicamento en los protocolos de la ANS y el plan de salud tendría que brindar el tratamiento basándose únicamente en el registro de Anvisa.
En la Justificación del veto, el gobierno afirmó que el texto podría crear discrepancias en el tratamiento de las tecnologías y, en consecuencia, en el acceso de los beneficiarios al tratamiento que necesitan, favoreciendo a los pacientes afectados por enfermedades oncológicas.
El gobierno también argumentó que obligar a los planes de salud a suministrar medicamentos dentro de las 48 horas posteriores a la prescripción crearía un acceso privilegiado a las nuevas tecnologías de tratamiento para los beneficiarios debido a la exención del análisis por parte de la Agencia Nacional de Salud Suplementaria.
Según el gobierno, otro efecto del proyecto sería la inevitable transferencia de estos costos adicionales a los consumidores, con el fin de encarecer aún más los planes de salud, además de traer riesgos para el mantenimiento de la cobertura privada a los beneficiarios actuales, particularmente a los los más pobres.
Aunque la ANS supervisa los planes de salud, las cosas varían según el tipo de seguro médico comtratado por los pacientes, y algunas pólizas no cubren hospitalizaciones ni cirugías.
El texto que vetó Bolsonaro dejaba en claro que los proveedores de seguros médicos debían cubrir los medicamentos orales contra el cáncer tanto en tratamiento ambulatorio como en el hospital.
En el caso de la hospitalización, el proyecto todavía obliga a los planes a ofrecer al cliente otros dos tipos de tratamiento: la radioterapia, que se basa en la radiación para reducir el tumor o detener su crecimiento; o hemoterapia, un procedimiento en el que la propia sangre del paciente se extrae y se vuelve a inyectar en un intento por mejorar la inmunidad.