El Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de Brasil anunció este jueves que más de 6.000 de los llamados “guardianes del bioma” serán desplegados para la prevención, represión e investigación de incendios en selvas y bosques en todo el país.
Cada uno de los 27 estados brasileños proporcionará profesionales especializados para brindar apoyo en las regiones donde los incendios son más críticos, como la Amazonia brasileña, el Pantanal y el Cerrado.
El Plan Operativo Estratégico de Acción Integral en el Combate a los Incendios Forestales, involucrará también a las carteras de de Ambiente y de Desarrollo Regional, se explicó.
Con la suma de esfuerzos e integración entre la nación y los estados, vamos a mostrar al mundo que Brasil está comprometido con la preservación de sus biomas, dijo el ministro de Justicia, Anderson Torres. Este es un compromiso del Gobierno de Jair Bolsonaro, agregó.
Torres también señaló que el foco estará en los estados de Amazonas, Amapá, Maranhão, Mato Grosso, Pará, Rondônia, Roraima, Tocantins, Goiás y Mato Grosso do Sul.
Mientras tanto, la Policía Federal de Brasil estará a cargo del control y represión de delitos como la deforestación ilegal. El nuevo plan estará operativo según la demanda de cada Estado entre agosto y noviembre, pero la falta de lluvias ya ha extendido los incendios en varias regiones de la Amazonía brasileña.
El bosque tropical más grande del planeta registró 2.308 incendios en junio, la cifra más alta para ese mes desde 2007 y un 2,6% más que en el mismo período de 2020.
Mientras tanto, el ecosistema del Pantanal, el humedal más grande del planeta, compartido entre Brasil, Bolivia y Paraguay, ha perdido el 26% de su área en Brasil debido al récord de incendios que sufrió en 2020 y las perspectivas para este año no son mejores.
Los incendios han alcanzado récords históricos bajo el presidente Jair Bolsonaro, cuya política ambiental ha sido duramente criticada tanto por organizaciones como por otros países.
El deterioro de la Amazonía ha aumentado la presión sobre el Gobierno y ha llevado a un importante grupo de fondos de inversión global a advertir sobre una posible retirada de capitales, en caso de que no se redoblara la lucha contra la deforestación.
La política de Bolsonaro en materia ambiental también ha puesto en riesgo el avance del acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) luego de que varios países europeos manifestaran su rechazo al tratado alegando problemas ambientales.